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Entrevue
Leire Garate
Médica de familia y portavoz de Osatzen

«Ha habido falta de adaptación y de planificación en el sistema de salud»

Osatzen organizó hace unos días un coloquio que fue, asimismo, merecido homenaje a los y las facultativas de esta especialidad. Profesionales como Leire Garate, que aborda en esta entrevista la situación de la Atención Primaria y del sistema sanitario en general, sus problemas y retos.

Leire Garate. (Jaizki FONTANEDA | FOKU)

Es médica de familia en un país donde el debate sobre la sanidad pública es más intenso que nunca. ¿Por parte de los y las profesionales cómo se ve la situación actual?

Vivimos en una sociedad capitalista que tiene además una población cada vez más envejecida, donde se alarga la vida pero disminuye la calidad de la misma, y eso ha hecho mella en un sistema de salud en el que ha habido falta de planificación y de adaptación a unas necesidades que han ido cambiando. No se ha adaptado a lo rápido que la sociedad ha cambiado, y eso ha provocado una merma en el sistema de salud público. Políticamente no se le ha dado importancia, y las medidas que se han ido adoptando tampoco han reflejado la importancia que tiene un sistema público para que la salud no se mercantilice.

Hay sistemas sanitarios donde lo privado ha adquirido mucha importancia, de modo que el sistema sanitario llegará a los rangos económicos altos y no responderá a los grupos más necesitados, con menos recursos. Eso supondría una sociedad no justa.

¿Notan que su relación con los pacientes se ha resentido en los últimos años?

Los profesionales sí que tenemos algo de cansancio, de hastío, que nace un poco de la impotencia y de la frustración, porque el día a día no te deja desarrollarte bien como profesional. Pero quienes creemos en el sistema de salud público, con esas características de ser accesible, justo y universal, sabemos que esos objetivos vienen dados por la Atención Primaria, y quienes creemos en ello vemos que nuestro papel es necesario, de modo que esta situación no afecta a nuestra relación con los pacientes. Si queremos hacer bien nuestro trabajo la relación debe ser bilateral. Para esto es indispensable la longitudinalidad de los profesionales, mantenerse con el mismo profesional durante tiempo; esto dará calidad asistencial y mejorará la satisfacción de la población con el sistema de salud.

Hay que luchar por un sistema de salud público de calidad, hay que cuidarlo haciendo buen uso y hay que usarlo para no perderlo. Por tanto, aunque haya hastío, los profesionales debemos dar confianza a la población, y explicarle que con una Atención Primaria bien dotada el sistema público de salud será el que mejor atienda sus necesidades.

Las instituciones exponen la pandemia como elemento para explicar esta situación. ¿Es un argumento suficiente?

No es suficiente, aunque sí que tuvo una incidencia importante en un sistema que ya estaba como estaba. Como comentaba antes, puede que la planificación no haya sido la más adecuada para atender las necesidades de la población, pero la pandemia fue claramente una crisis para todo el mundo. La necesidad de atención aumentó muchísimo, estábamos ante una patología que provocó una incertidumbre total, íbamos por detrás de lo que estaba ocurriendo, y claro que eso ha provocado un deterioro. Pero no puede ser excusa. Antes ya estábamos pidiendo mejoras en el sistema público.

Por otra parte, la crisis sanitaria ya ha quedado atrás, así que vamos a ponernos en marcha y aprender de lo que pasó. Porque, en cierto modo, fue también un gran elemento de aprendizaje y nos ayudó a valorar la importancia que tiene la Atención Primaria. Más del 80% de los pacientes eran atendidos en el centro de salud, era el sistema que más cerca estaba de ellos. Creo que ahí se vio que si la Atención Primaria cae, el sistema sanitario en su globalidad pierde capacidad para dar a la población la respuesta que necesita.

Se dice que no hay médicos para atender la demanda en Atención Primaria, que no es una especialidad atractiva....

Es conocido que hay una carencia de médicos de familia, y también en otras especialidades, pero eso es algo que desde hacía años sabíamos que iba a pasar, ya se había avisado a los departamentos de que iba a ocurrir, y ha habido una falta de planificación.

Que no sea una especialidad atractiva lo desmiento totalmente; si volviese a hacer el MIR, volvería a hacer lo mismo. Este trabajo da mucho sentido al proyecto de mi vida, es el granito de arena que desde la medicina puedes aportar a la comunidad, el pilar que dentro del sistema sanitario proporciona que este sea universal, justo y equitativo. Llegar a la consulta y ver que mi trabajo tiene sentido es un placer, porque es mi aportación a la comunidad, es algo en lo que creo y desde luego no lo cambiaría por nada.

«Hay estudios que dicen que si te mantienes con el mismo médico durante quince años la mortalidad baja hasta un 25%. ¿Qué Departamento de Salud no compraría un medicamento que bajase un 25% la mortalidad?»

Una de las demandas que se han expuesto en estos años es el de la estabilidad, también lo ha mencionado antes. ¿Conocer bien a los pacientes, seguir su evolución, es básico para una buena atención?

Sí, la longitudinalidad es indispensable, que el mismo sanitario, sea del estamento que sea, mantenga en el tiempo el contacto con las mismas personas. Mi tutor decía, y creo que es una gran frase, que los médicos de familia somos especialistas en personas. Las conocemos, tenemos su confianza, sabemos de su entorno, conocemos a la familia, y eso hace que seamos unos privilegiados en cuanto a poder dar respuesta a sus necesidades. Es una especialidad que se centra en las personas como tales. Hay estudios que dicen que si te mantienes con el mismo médico durante quince años la mortalidad baja hasta un 25%, caen las hospitalizaciones y también el recurrir a urgencias. ¿Qué Departamento de Salud no compraría un medicamento que bajase un 25% la mortalidad? Eso es fácil cuando se trata de un fármaco, también por el interés de las farmacéuticas, pero no se plasma en los recursos destinados a la Atención Primaria, tampoco en los discursos y políticas que se hacen en torno a ella.

Estamos a las puertas del verano, época del año que suele ser complicada; ¿temen que se acrecienten los problemas?

En verano, igual que ocurre en otras situaciones que en nuestro día a día nos dificultan atender bien, no se cubren las ausencias y eso hace que no podamos atender de una forma tan correcta. Una planificación adecuada de los veranos podría dar respuesta a lo que sucede. Porque creo que nos podemos adelantar; habría que ver en qué poblaciones baja la demanda, porque hay poblaciones en los que se reduce y otras en las que hay más demanda. Se trataría de ver qué demanda hay y acoplar necesidades y recursos. Se podría planificar y hacer un plan de choque para los veranos o para las situaciones en las que hay ausencia de profesionales. Adaptarse para que la calidad siga siendo similar.

Ha hablado de la falta de planificación. ¿A medio o largo plazo qué medidas harían falta para revertir la situación?

Para que podamos hacer una buena Atención Primaria las condiciones laborales tienen que ser adecuadas y los contratos tienen que asegurar que haya una longitudinalidad. Necesitamos de flexibilidad en las contrataciones y premiar aquellos lugares donde por horario o distancia se cubre con dificultad para asegurar la atención en todos los lugares por igual. Por otro lado, las inversiones tienen que ir sujetas a las necesidades que tenga el sistema público, y planificarlas en función de ellas. Que no se destinen recursos y dinero sin ningún criterio.

Luego, hay algo que castiga mucho nuestro día a día, una actividad que llevamos a cabo y que no proporciona salud: la burocracia. Ésta tiene que salir de nuestras consultas, no podemos dedicar tiempo a aquello que no proporciona salud, porque tenemos que retirarlo de aquello que sí proporciona salud. Los temas administrativos deberían estar fuera.

«Llegar a la consulta y ver que mi trabajo tiene sentido es un placer, porque es mi aportación a la comunidad, es algo en lo que creo y no lo cambiaría por nada»

Asimismo, creo que desde el punto de vista macro podríamos mejorar la organización, es necesario que haya un plan que se plasme en la realidad y se ponga en marcha, que no sea solo sobre el papel. También una buena coordinación entre los diferentes servicios, y para eso tiene que haber una buena comunicación. Y en lo micro, se tiene que promover el aprendizaje sobre cómo organizarnos en los equipos, como organizarnos los diferentes profesionales en los centros de salud, y habilitar espacios para que fuera de nuestra actividad diaria podamos ver qué hemos hecho, en qué podemos mejorar, etcétera.

También me parece indispensable que haya administrativos sanitarios referentes que tengan formación y un cupo determinado de pacientes, como tenemos nosotros. Además, es necesario que los espacios físicos sean adecuados para trabajar en equipo y con espacio suficiente. Y claro, necesitamos que haya recursos suficientes para atender bien a nuestra población.