EH Bildu de Donostia presenta doce enmiendas a la Zona de Bajas Emisiones
La Zona de Bajas Emisiones (ZBE) presentado por el Gobierno Municipal de Donostia «no es ambiciosa en el contexto de crisis climática global» y «se limita a cumplir los mínimos exigidos por la ley», según EH Bildu, que ha presentado 12 enmiendas para mejorarla. Elkarrekin y PP también lo han hecho.
EH Bildu de Donostia ha criticado no se ha abordado «con la suficiente ambición que requiere el contexto» la implantación de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE), destacando que la capital guipuzcoana ha sido la última de las de Hego Euskal Herria en tomar esta medida.
Por ello, este grupo ha presentado doce enmiendas a la ZBE para «dar a este Gobierno municipal la valentía que le falta en esta materia». De este modo, EH Bildu reclama que la ZBE debe ampliarse y ofrecer alternativa para una movilidad sostenible, además de dar solución a «los problemas que generan las plazas de rotación existentes en los parkings subterráneos».
«Cumplir con el expediente»
En una comparecencia ante los medios, los ediles Garbiñe Alkiza y Markel Ormazabal han criticado que el único objetivo del Gobierno Municipal ha sido «cumplir con el expediente, es decir, con los mínimos exigidos por la ley».
En este sentido, EH Bildu ha abogado por, «en un momento de emergencia climática como el que vivimos a nivel global», tomar medidas para reducir el uso del coche, destacando que la ZBE es una buena oportunidad para ello.
Alkiza ha reclamado que la ZBE no se limite al centro de la ciudad ni afecte únicamente a los coches, por lo que considera que son necesarias medidas complementarias más allá del control de las etiquetas. Así, ha pedido que la ZBE se extienda a otros barrios e, incluso, a toda la ciudad.
Junto a ello, ha recordado que en la superficie en la que se pretende aplicar la ZBE se concentra gran parte de la actividad terciaria y turística de la ciudad, con 5.666 plazas de alojamiento.
EH Bildu también propone que se hagan vigilancias de la contaminación atmosférica separadas en la ZBE y en las calles adyacentes «para analizar el efecto ‘borde’ o ‘rebote’. También reclama la instalación de sonómetros.
Las enmiendas de EH Bildu también afectan a los vehículos autorizados para acceder a la ZBE, a los aparcamientos rotatorios y los disuasorios.
También Elkarrekin Podemos y PP
Elkarrekin Podemos también ha presentado enmiendas a la ZBE, ya que, según ha destacado su portavoz, Víctor Lasa, esta declaración «debería propiciar un cambio verdadero de la movilidad como ya lo supueso en muchas ciudades que nos llevan la delantera, como Londres, Amsterdam, Madrid, Copenhague o Pontevedra».
Las principales propyestas presentadas por Elkarrekin Podemos son la ampliación de la ZBE a Gros y ambas orillas del Urumea desde el puente de Mundaitz y la prohibición de entrada a vehículos que no tengan distintivo Cero o Eco.
A juicio de Lasa, la propuesta del Gobierno Municipal «además de llegar tarde es poco ambiciosa en objetivos y tiempos, y apenas tendrá incidencia en el número de vehículos privados que no podrán acceder al Centro».
Por su parte, el PP también ha registrado sus enmiendas porque a la ordenanza reguladora de la ZBE, porque la ven «innecesaria, injusta e irresponsable».
El portavoz del PP, Borja Corominas, ha considero que la implantación de la ZBE «solo responde a intereses ideológicos» porque «penaliza el uso del vehículo privado», lo «expulsa» del centro y «limita la libertad de movimientos».
Entiende que es «injusta» porque «penaliza más a los que menos tienen» y «crea ciudadanos de primera y segunda en función del barrio en el que vivan».
Además, la tilda de «irresponsable» por perjudicar, a su juicio, al pequeño comercio y provocar «tensiones en barrios donde las hay», además de «dividir la ciudad» y «no ofrecer alternativas».
Para el PP, «ideológico e innecesario»
El PP también presentará doce enmiendas a la ZBE, aunque por motivos completamente contrapuestos. Su portavoz, Borja Corominas, ha calificado su implantación de «ideológica, innecesaria, injusta e irresponsable», a pesar de que responde a exigencias europeas.
«Es ideológica porque penaliza el uso del vehículo privado para expulsarlo del espacio público y limita la libertad de movimientos de los donostiarras. Es innecesaria porque no hay problemas de contaminación en San Sebastián. Es injusta porque su implantación penaliza más a los que menos tienen, no discrimina entre vehículos más o menos contaminantes, como las motos, y crea ciudadanos de primera y de segunda en función del barrio en el que vivan. Y es irresponsable porque perjudica enormemente al pequeño comercio, genera problemas de movilidad en otras zonas y barrios de San Sebastián donde no las había, crea tensiones en los barrios, los ciudadanos de segunda salen doblemente perjudicados», ha explicado.
«No es una Zona de Bajas Emisiones, es una Zona de Malas Decisiones», ha soltado.