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Nafarroa triplica la media estatal de testamentos vitales y va por delante de la CAV

Hegoalde es donde más documentos de voluntades anticipadas se registran en el Estado español al amparo de la Ley de Eutanasia de 2021. Nafarroa ha superado ya la barrera del 3%, tras hacer campañas de concienciación, que le hacen ir más avanzada. Araba, Gipuzkoa y Bizakaia ocupan el segundo lugar.

Nafarroa, a diferencia de la CAV, realizó una campaña de promoción del documento de voluntades anticipadas. (NAIZ)

La Ley de Eutanasia permite dejar por escrito qué cuidados y tratamientos sanitarios uno quiere recibir en el momento, si es que llega, de perder la conciencia de uno mismo o la capacidad para expresarse, por una enfermedad mental como el Alzheimer o cualquiera que sea el motivo. Y entre es asistencia sanitaria se incluye el derecho a una muerte digna.

Este documento de voluntades anticipadas (o testamento vital, como también se lo conoce) puede hacerse como se quiera, pero en Euskal Herria existen dos modalidades más extendidas. Entre ambas opciones, Nafarroa ha alcanzado los 20.422 testamentos vitales registrados con números de esta semana. 

Una propuesta es la que realizan el Gobierno de Lakua y el de Nafarroa, entre las que apenas hay diferencias, más allá de la estructura del documento. La segunda es la que promueve Derecho a Morir Dignamente (DMD) que es la asociación sin ánimo de lucro que ha dirigido, durante décadas, la lucha por el reconocimiento del derecho a una muere digna. Este modelo está adaptado según la legislación autonómica, pero es idéntico en lo esencial. 

La diferencia más relevante entre la modalidad institucional y la de esta asociación reside en el punto de demencia a partir del cual cada persona considera que ya no quiere seguir viviendo.

En la opción de los gobiernos de la CAV y Nafarroa esta barrera se cruza con un deterioro «grave» (grado 7 de la clasificación sobre demencia Fast de Reisberg, cuando se habla poco y de forma ininteligible y hay un deterioro muy grave cognitivo y motor) y en la de DMD, con un deterioro «moderado» (grado Fast 5 de la escala Reisberg).

El grado de demencia con el que ya no se quiere continuar viviendo es la principal diferencia entre los modelos más extendidos.

«Al grado 5 aún se le denomina técnicamente moderado, pero el deterioro conjunto es severo. Hablamos de una persona que no reconoce a su familia y tampoco a sí mismo ante el espejo. A esa persona se le puede preguntar si sufre y puede contestar que no, pero es que no se entera de nada», expone Soco Lizarraga, portavoz de DMD en Nafarroa y médico de Osasunbidea. 

Los distintos documentos se han adjuntado a este artículo e incluyen otras diferencias menores sobre si uno quiere recibir o no tratamiento –y de qué tipo– para el caso de que, entre la solicitud de la eutanasia y su realización, surja una enfermedad que asistencia médica. 

La tercera diferencia destacable es que el de DMD parece menos pormenorizado que los de las administraciones públicas. Si bien, Lizarraga sostiene que esta simpleza es una ventaja, dado que sobre su documento hay jurisprudencia que puede ser una garantía para el caso de que la normativa cambie a futuro.

Como ejemplo destacado, está el precedente de la primera eutanasia realizada tras la ley de 2021, que se basó en un testamento vital asesorado por DMD registrado antes de la aprobación de la histórica normativa, y que tuvo lugar en Euskal Herria. 

Resultados diferentes y falta de campañas

El cómputo de testamentos vitales de Nafarroa es transparente y se puede consultar cuando se quiera, lo que permitió a DMD enviar un documento de felicitación cuando este herrialde superó el 3% [está en el 3,07%].

En la CAV hay que confirmarse con los datos del Ministerio a fecha de enero, donde Nafarroa ya iba en cabeza (aunque el dato del Ministerio era erróneo y más bajo del real, que era del 2,8% en ese momento). En ese listado, la CAV aparece como la segunda con más testamentos vitales recogidos en los registros (2,1%).

La siguiente CCAA era La Rioja con un 1,66%, quedando la media estatal española por debajo del 1%. 

Rafa Sal, portavoz de DMD en la Araba, Gipuzkoa y Bizkaia asegura que Nafarroa ha conseguido avanzar más rápido por la realización de campañas específicas para divulgar que existen estos documentos y para qué sirven (en concreto, Nafarroa llevó a cabo una en septiembre de 2022, bajo el lema 'Yo decido elegir', que tuvo un impacto claro en el número de registros). 

«Hablamos de cifras aún bajísimas. Está claro que existe el tabú de la muerte, que hace que no te plantees decisiones de este tipo. Pero, aun siendo cierto que es una responsabilidad personal y estamos técnicamente informados, las autoridades de la CAV han hecho poca difusión tanto de la Ley de Eutanasia como del testamento vital», asegura Sal. 

DMD entiende que ofrecer el testamento vital puede generalizarse en el hospital, al igual que con los consentimientos informados.

Este portavoz echa en falta formación entre el personal sanitario, porque la eutanasia es un derecho sanitario que se puede ejecutar «dependiendo de con quien te toque». 

Cita, en este sentido, el cambio de paradigma de la ley de 2002 que reconoce los derechos del paciente. «Desde entonces nos hemos acostumbrado a firmar consentimientos informados incluso para intervenciones con riesgos poco trascendentes. Ahora que los cambios de enero en la normativa sobre la eutanasia abren la vía a que los médicos puedan dar fe también de los testamentos vitales, deberían ofertarse en el hospital ante determinados cuadros», prosigue este responsable. 

Además de esta vía novedosa a través de un médico, el testamento vital puede validarse por varias vías, que aparecen indicadas en cada comunidad a través de la web. Se puede acudir al registro civil con tres testigos, solicitarlo en el centro de salud o incluso hacerlo de forma telemática. 

Sal recuerda, por último, una máxima que dice que «lo que no se conoce, no se ejerce y lo que no se ejerce, desaparece». Y añade que, cuando un derecho se ejerce es cuando se abre la posibilidad a que se amplíe.