El INAI desmiente que la violencia contra la mujer haya crecido un 40% en Nafarroa
El Instituto Navarro de la Igualdad (INAI) sostiene que los datos ofrecidos por el Observatorio estatal de Violencia, que indican que Nafarroa duplica en víctimas de violencia la media estatal, no son correctos. No cuadran con los registros del instituto navarro.
Las denuncias por violencia de género llevan una tendencia alcista en Nafarroa desde hace años, pero no al ritmo que apunta el Observatorio estatal de la Violencia contra la Mujer, que lo cifra en el 44% en el último trimestre. Los números recogidos en Nafarroa apuntan hacia el 7%.
Según un informe publicado ayer, Nafarroa tendría una tasa de víctimas de 30 por cada 10.000 personas. El doble que la media estatal, que se sitúa en 15,5. La CAV tiene este indicador en el 13,8.
«Estos mensajes alarmistas no son positivos y tenemos que huir de ellos», explica Patricia Abad, directora del INAI. Esta institución lleva su propio registro sobre esta violencia y los datos no concuerdan con los presentados por el Observatorio.
«Ellos no son capaces de distinguir denuncias de víctimas y nosotras sí. Una mujer puede denunciar ante la Policía, luego solicitar asistencia y acudir al hospital para conseguir un parte de lesiones. Si no eres capaz de discriminar esto, una sola víctima puede generar tres o cuatro denuncias», explica Abad.
La responsable destaca que hay elementos contradictorios en los datos del Observatorio. No se corresponde el número de denuncias con el de casos jugados. Pues son más de mil denuncias (1.033) y solo 96 enjuiciados en los Tribunales de Violencia contra la Mujer.
Siguiendo con este dato del número de juicios, tampoco se aprecia ese salto del 44%, pues el número de procesados se ha mantenido (el año pasado se juzgó, de hecho, a una persona más).
«Desconozco qué cambios de computación ha podido haber en el Observatorio, pero les ha salido un dato rarísimo», sentencia Abad.
Por otro lado, la directora del INAI sostiene que el hecho de que Nafarroa registre comparativamente muchas denuncias no implica necesariamente que la violencia contra la mujer sea mayor. «Aquí el Movimiento Feminista ha hecho una gran labor de concienciación para que la gente denuncie, rompiendo recelos que sí existen en otras partes».
Nuevos modos de ejercer la violencia
Lo anterior significa que en el Instituto no estén preocupados. Abad destaca los cambios que están detectando en el patrón del agresor. «Han aparecido nuevos mecanismos de control total hacia la pareja que tienen que ver con los celos y el amor romántico. Y, sobre todo, con las nuevas tecnologías», ejemplifica.
Estos cambios en el comportamiento, sobre todo en franjas de edad jóvenes, explican el giro de guion en el mensaje de concienciación para el verano, pensado para prevenir el repunte de la violencia contra las mujeres que sucede en el periodo estival unido a las grandes aglomeraciones de personas y las fiestas.
Este año el mensaje central se ha centrado en el respeto a las decisiones de la pareja, a no presionar, a no controlar y a no forzar las situaciones y también al autocuidado. Abad subraya esta última parte, por el repunte de las enfermedades venéreas que se ha detectado en el herrialde. Si existe ese respeto, con que una de las personas quiera tomar precauciones tiene que ser suficiente.
Abad, asimismo, se muestra preocupada por el peso que están teniendo las ideologías de ultraderecha en franjas de edad muy jóvenes. Y señala que se está abriendo una divergencia cada vez mayor entre sexos, siendo los varones los que se abrazan mayoritariamente a los discursos antifeministas.