‘Las Seis de La Suiza’: a prisión por un piquete informativo en una huelga
Seis sindicalistas asturianas corren el riesgo de entrar en prisión por manifestarse en la calle durante un conflicto laboral, después de que el Tribunal Supremo español haya ratificado la condena impuesta contra las conocidas como ‘Las Seis de La Suiza’.
El Tribunal Supremo español ha ratificado la sentencia previa del Juzgado de lo Penal número 1 de Xixón y de la Audiencia Provincial de Asturies que condena a seis sindicalistas vinculadas a CNT a penas de tres años y medio de prisión a cada una por participar en piquetes informativos en el marco de un conflicto laboral en la Pastelería La Suiza de Xixón. Esta condena supone el ingreso en la cárcel de las sindicalistas y desde distintos ámbitos se ha alertado de que es una vuelta de tuerca en la criminalización del sindicalismo.
Según explica la CNT, el conflicto arranca en 2017 cuando una empleada acude al sindicato para denunciar que la empresa le debe horas extras y vacaciones. «La trabajadora relata unas condiciones de trabajo que se resumen en jornadas maratonianas, sin apenas descanso semanal, salario inferior al del convenio y horas extras sin remunerar. Además, y esto es lo más grave, narra constantes abusos por parte de su jefe. Cuando la empleada informa a su jefe de que está embarazada, este le obliga a cargar sacos de harina que acabaron provocando una amenaza de aborto, motivo por el cual obtuvo una baja. Pero lo más grave de todo son las situaciones de supuesto acoso sexual que se producen en el puesto de trabajo: cuando ambos se encuentras solos, parece ser que el jefe le realiza comentarios subidos de tono, le pregunta por su ropa interior, proposiciones deshonestas, etc.», explica la CNT.
Movilizaciones ante la empresa
Se intenta negociar con el empresario pero se cierra en banda y comienza una campaña de denuncia mediante manifestaciones en la calle, reparto de octavillas y corear consignas con un megáfono delante del establecimiento.
La empresa, propiedad de la familia Álvarez, con vínculos con la derecha política, denunció la campaña de la CNT ante el juez Lino Rubio. Se trata de un juez que el propio sindicato califica de «controvertido». Rubio es, por ejemplo, el juez que condenó a los sindicalistas Cándido González Carnero y Juan Manuel Martínez Morala (conocidos como Cándido y Morala) por una protesta laboral en La Naval. Tuvieron que ingresar en prisión.
En este contexto, se subraya que se utilizan los periodos de guardia de este juez para presentar denuncias contra colectivos sociales, sindicales y políticos, un proceder que también se da en otras ciudades. Según destaca el sindicato, el empresario formuló numerosas denuncias contra la CNT y varios de sus integrantes, llegando incluso, según relata, a llegar a acusar al sindicato de una presunta actividad delictiva consistente en «extorsionar a empresarios para financiar» su actividad.
Hasta catorce abogados, algunos de renombre, participaron, según el sindicato, en esta operación contra la CNT. «¿Cómo una persona que afirma estar en la ruina total por culpa de la CNT de Gijón, es capaz de conseguir recursos económicos para financiar los gastos de representación de catorce abogados, alguno de ellos, como el caso de Gómez Bermúdez, de los más caros del país?», pregunta.
Tres años y medio de prisión
El resultado fue que el Juzgado de lo Penal número 1 de Xixón condenó en primera en instancia en junio de 2021 a tres años y medio de cárcel a cada una de las sindicalistas juzgadas y fijó también una indemnización de 155.000 euros. Esta sentencia posteriormente fue ratificada por la Audiencia Provincial de Asturies y ahora ha recibido el visto bueno del Supremo. El argumento es que la pastelería acabó cerrando por la interferencia de las protestas sindicales.
«Esto es grave por un sencillo motivo: desde ahora, cualquier persona que se manifieste contra una empresa puede encontrarse en la misma situación. Hacer sindicalismo no es delito, aunque la sentencia hecha pública por el Tribunal Supremo lo ponga en duda», destaca la CNT, que añade que las sindicalistas procesadas han estado sometidas durante siente años a «la pena de banquillo y al calvario procesal».
En este periodo, se han sucedido las movilizaciones para denunciar la persecución sindical y la CNT destaca que, además de «recurrir en todas las instancias posibles», continuarán manifestándose en la calle. «Nuestro ámbito es la calle y lo que no podemos hacer es renunciar a ella. Forma parte de nuestro ADN y es lo que vamos a seguir haciendo», ha destacado Erika Conrado, secretaria general de la CNT.