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Arce neutraliza el intento de golpe de Estado en Bolivia

El intento de golpe de Estado en Bolivia por parte del Comandante General del Ejército ha fracasado después de que el militar ocupara con tanquetas y soldados la plaza frente a la sede del Ejecutivo y amenazara con tomar el edificio. El presidente, Luis Arce, ha nombrado una nueva cúpula militar.

El presidente de Bolivia, Luis Arce, agita la bandera de su país desde la balconada del palacio gubernamental en La Paz. (Aizar RALDES | AFP)

El intento de golpe de Estado que ha llevado a cabo el comandante general del Ejército ha fracasado después de que el presidente, Luis Arce, nombrara nuevos mandos militares y una multitud se movilizara para rechazar el golpe, sofocado en apenas tres horas.

Varas tanquetas y militares fuertemente armados habían ocupado este miércoles la plaza de Murillo, centro del poder político del país, frente a la sede del Ejecutivo boliviano en La Paz, después de que el Comandante General del Ejército amenazara con tomar el edificio. Uno de los vehículos militares ha llegado a embestir contra la puerta principal del Palacio Quemado.

Unas horas más tarde, los militares han abandonado la plaza, donde se habían congregado bolivianos en apoyo al Gobierno y el líder del intento de asonada, el general Juan José Zúñiga y el ex vicealmirante Juan Arnez Salvador han sido detenidos. La Fiscalía General de Bolivia ya ha anunciado la apertura de una investigación contra todos los militares partícipes de la intentona.

Acusaciones de «autogolpe»

Tras ello, Zúñiga ha declarado que Arce le había pedido sacar «los blindados» para «levantar» la popularidad del mandatario boliviano, quien le habría confesado que la «situación está muy jodida».

El ‘ala evista’ del gubernamental Movimiento Al Socialismo (MAS) también ha acusado al presidente de Bolivia de realizar un «autogolpe». «De magistrados autoprorrogados a un autogolpe, el pueblo boliviano se hunde en la incertidumbre. Este desorden institucional, donde las autoridades extienden ilegalmente sus mandatos», ha declarado el presidente de la Cámara de Senadores, Adrónico Rodríguez, según el diario boliviano ‘El Deber’.

Por su parte, Morales había denunciado que se está gestando un golpe de Estado. «En este momento se despliega personal de las Fuerzas Armadas y tanquetas en la plaza Murillo», ha escrito en sus redes sociales, apelando a los movimientos sociales a «defender la democracia». Morales ha llamado una «movilización nacional» que tras la retirada de Arce ha desconvocado.

«Los bolivianos vivimos un increíble show político, armado por los irresponsables, incapaces y corruptos, que están de inquilinos en la mal llamada Casa Grande del Pueblo. Utilizaron a un general insano, para 'tomar' con tanquetas la plaza Murillo, a la vista y sorpresa de algunos transeúntes distraídos», ha señalado también la diputada Luisa Nayar. En ese sentido, ha mostrado sus sospechas por la aparición tanto de Arce como de dos ministros frente a los militares en un acto de «coraje» frente a soldados armados que respaldaban al «supuesto golpista que no atinó a nada».

El presidente de Bolivia, Luis Arce, había denunciado minutos antes «movilizaciones irregulares» de militares en la ciudad de La Paz. «Denunciamos movilizaciones irregulares de algunas unidades del Ejército Boliviano. La democracia debe respetarse» ha manifestado el presidente Arce a través de su cuenta en la red social X. 

 

Más tarde, a través de la televisión estatal, Arce ha confirmado que «Bolivia está atravesando un intento de golpe de Estado». «No voy a permitir esta insubordinación», ha afirmado. «Firmes aquí en casa grande para enfrentar todo intento golpista, todo intento que atente a nuestra democracia», ha añadido, convocando al pueblo boliviano a movilizarse.

Además, ha nombrado a nuevos comandantes del Ejército a los que ha tomado juramente en el mismo palacio gubernamental. Allí mismo, ha discutido también frente a frente con el militar golpista, al que ha conminado a desmovilizarse.

«El pueblo boliviano hoy es convocado, necesitamos que el pueblo boliviano se organice y se movilice en contra del golpe de Estado y en favor de la democracia. No podemos permitir que, una vez más, intentonas golpistas se lleven vidas bolivianas», ha manifestado dirigiéndose al país.

«Aquí estamos firmes en Casa Grande, con todo el gabinete, con nuestras organizaciones sociales», ha enfatizado Arce, mientras la plaza Murillo de La Paz, sigue sitiada por unidades del Ejército, que ha entrado violentamente en el Palacio de Gobierno, antigua sede del Poder Ejecutivo.

Los militares en la Plaza Murillo estaban armados y con cajas de municiones de gases lacrimógenos y han llegado a lanzar gases contra los ciudadanos que se han concentrado para rechazar el golpe.

Un soldado, en un vehículo blindado en la Plaza de Armas de La Paz. (Aizar RALDES | AFP)

Al frente de este intento de golpe se encuentra el comandante del Ejército, Juan José Zúñiga, quien había sido destituido en las últimas horas después de que esta semana afirmara en la prensa que las Fuerzas Armadas actuarían para evitar que el expresidente, Evo Morales, pudiera presentarse nuevamente a las elecciones.

En el lugar se ha presentado el ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo.  «Desmoviliza Zúñiga, va a ser peor. Estas a tiempo Zúñiga desmoviliza», le ha conminado Del Castillo.

Zúñiga dice que va a cambiar el Gobierno

Sin embargo, Zúñiga ha asegurado ante la prensa que «pronto» se formará un nuevo gabinete. «Se van a cambiar ministros, no puede seguir así nuestro Estado, haciendo lo que le da la gana. Estamos mostrando nuestra molestia», ha señalado.

«Es deber, obligación, que sus Fuerzas Armadas otra vez recuperen esta patria, basta de empobrecer la patria y humillar al Ejército», ha dicho Zúñiga, quien ha asegurado que «por el momento» reconoce la autoridad del presidente Arce.

Además, ha asegurado que liberará a los políticos golpistas que acabaron con el Gobierno de Morales en 2019, entre ellos Jeanine Añez y «restablecerá» la democracia en el país.

«Liberaremos a Áñez, (al gobernador de Santa Cruz, Luis Fernando) Camacho, a los militares presos», ha declarado a los medios Zuñiga frente a la sede del Gobierno y junto a un tanque.

Sin embargo, Áñez se ha desmarcado del golpe, ha repudiado la movilización de los militares y ha afirmado que derrotarán a Arce y Morales en las urnas.

Zúñiga ha asegurado que cuenta con el apoyo de los altos mandos de las Fuerzas Armadas. «No puede ser que la lealtad de los comandantes se pague con deslealtad», ha añadido.

Pero ni el respaldo político ni el militar eran el que esperaba el general golpista, que se ha retirado finalmente.

Llamamiento a la comunidad internacional

La canciller de Bolivia, Celinda Sosa, se ha dirigido a la comunidad internacional ante este intento de golpe de Estado que «atenta contra la democracia, la paz y la seguridad del país».

«Hacemos un llamado a la comunidad internacional, a la población boliviana a hacer respetar los valores democráticos y respaldar al Gobierno de Luis Arce Catacora, constitucional y legítimo elegido por la voluntad soberana del pueblo boliviano», ha afirmado Sosa a través de un video subido a X.

El gollpe llega en un momento de crisis del partido del Luis Arce y Evo Morales, el MAS, en cuyo seno se está agravando un enfrentamiento entre «evistas» y «arcistas», que pugnan por la legitimidad de convocar un congreso que elija la nueva directiva. 

Reacciones

Las primeras condenas del golpe han llegado de Latinoamérica. El Gobierno de Cuba ha condenado «el intento de golpe de Estado en marcha» y el presidente, Miguel Díaz-Canel, ha lamentado «el atropello a la democracia y al pueblo boliviano» y ha extendido «toda la solidaridad del Gobierno y pueblo cubano» a Luis Arce.

El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, ha afirmado que «en América Latina, los golpes nunca funcionaron», en una primera reacción. El Gobierno de Brasil ha condenado «en los más firmes términos» el intento de asonada y ha manifestadosu apoyo y solidaridad con el presidente de ese país, Luis Arce.

El presidente de Colombia, Gustavo Petro, ha rechazado el golpe militar y ha invitado «a todo el pueblo boliviano a la resistencia democrática».

«Expresamos nuestro apoyo a la democracia en el hermano país y al gobierno legítimo de Luis Arce. Condenamos enérgicamente la inaceptable acción de fuerza de un sector del ejército de ese país", ha denunciado el presidente chileno, Gabriel Boric.

El primer ministro peruano, Gustavo Adrianzén, también ha rechazado «cualquier intento de quebrantamiento del estado de derecho» en Bolivia,

El expresidente de Ecuador Rafael Correa (2007-2017), por su parte, ha asegurado que el golpe en «hubiese sido imposible hace unos años» al considerar que la democracia en Latinoamérica ha experimentado un retroceso.

En cambio, Estados Unidos no ha utilizado la palabra golpe y la Casa Blanca se ha limitado a afirmar que «está siguiendo de cerca la situación en Bolivia e insta a la calma y moderación».

La Unión Europea, a su vez, ha condenado «cualquier intento» de golpe de Estado en Bolivia y ha expresado su solidaridad con el Gobierno boliviano.