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Sin apoyo de aliados, el PSOE activa en el Congreso el desbloqueo del CGPJ pactado con el PP

Con la abstención de Sumar y el PNV y el rechazo de EH Bildu, ERC, Junts, Podemos y BNG, el Gobierno español ha logrado la admisión a trámite de la renovación del órgano judicial y los cambios en la elegibilidad. Pese al acuerdo bipartidista, bronca y un insólito «a tomar por culo» de un diputado.

Rufián (ERC) y el ministro Bolaños conversan en los pasillos del Congreso este jueves. (Eduardo Parra | Europa Press)

Tras más de dos mil días de bloqueo a los cargos del Consejo General del Poder Judicial, el Gobierno español ha puesto en marcha formalmente este jueves el proceso de renovación que pactó la semana pasada con el Partido Popular, aunque en el camino eso ha implicado que enajene la mayoría de investidura: ninguno de todos los partidos que votaron por Pedro Sánchez ha acompañado la iniciativa, con excepción de Coalición Canaria.

Ha habido 334 votos emitidos en total, con 258 a favor (PP, PSOE y CC), 43 en contra (Vox, Junts per Catalunya y Podemos) y 33 abstenciones del socio minoritario del gobierno, Sumar, y del PNV y UPN. Esto es así porque técnicamente EH Bildu, Esquerra Republicana y el Bloque Nacionalista Galego han decidido no votar y no pulsar el botón de la abstención, aunque en los hechos lo sea.

A pesar de ser una votación de gran calado por lo que representa el bloqueo de más de cinco años, y un acuerdo entre los dos partidos con mayor representación en el Estado, el debate ha sido bronco y ha tenido episodios de comedia y crispación, como cuando un legislador sentado en el flanco derecho del hemiciclo ha gritado a Gabriel Rufián «venga, a tomar por culo», cuando el republicano dejaba el atril tras un discurso crítico del bipartidismo.

Un legislador sentado en el flanco derecho ha gritado a Rufián «Venga, a tomar por culo» cuando dejaba el atril tras criticar el bipartidismo

 

Inmediatamente ha habido varios abucheos (el exabrupto ha resonado mucho para quienes estaban presentes en el hemiciclo por la acústica del mismo, aunque no se ha escuchado en la transmisión televisiva) y el vicepresidente del Congreso que estaba moderando el debate, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, ha llamado al orden a un diputado ‘popular’ Enrique Belda, quien ha negado enfáticamente haber proferido el insulto. Lo que es seguro es que ha existido y que provenía de ese sector de las bancadas.

Acuerdo con pullas

Quienes han defendido la resolución no se han ahorrado ataques mutuos. El primero ha sido el portavoz del PP, Miguel Tellado, quien ha comenzado su ponencia citando frases de 2014 de Pedro Sánchez en las que criticaba el populismo. «Será como dijo Carmen Calvo, que el presidente antes de ser presidente era otro ser. El PP se negó a los acuerdos como los de siempre y a tratar al Gobierno como a uno más. Tenía que haber garantías adicionales».

Según Tellado, esta reforma apunta a «despolitizar los perfiles» ante un PSOE que proponía «vocales sospechosos de partidismo», para lo cual el partido conservador ha contado con la Comisión Europea «como un gran aliado para esta tarea, la misma Comisión que en 2020 logró frenar el intento de reducir las mayorías».

«Hemos conseguido frenar al populismo como primer partido de la oposición de España. Por primera vez una ley no avanza en atacar los contrapoderes sino en reforzar los contrapoderes», ha aseverado, y ha elogiado las novedades incorporadas como el «endurecimiento de las incompatibilidades para pasar del Poder Legislativo y Ejecutivo al Judicial» y otros criterios de elegibilidad. Por ello, a su entender, «esto solo ha enfadado a los radicales, a quienes el Gobierno lleva contentando y apartándose de la mayoría social».

Tellado (PP) ha afirmado que el PSOE «vota a favor de nuestro plan» mientras López les reprochaba haber puesto «27 excusas» en todos estos años

 

Con un ojo puesto en el segmento de votantes de la derecha española que es crítico de todo acercamiento con Sánchez, Tellado ha utilizado buena parte de su tiempo en destacar que el PSOE de hecho estaba votando el programa electoral de Núñez Feijóo, recordando que varias de las iniciativas aprobadas estaban en el plan de «calidad institucional» presentado en 2023 y en el programa de las generales. «Van a votar a favor de nuestro plan, nos congratulamos», ha afirmado.

Miguel Tellado, portavoz del PP, en una de las réplicas. (Eduardo Parra | Foku)

Quien lo ha seguido en el uso de la palabra ha sido el portavoz socialista, Patxi López. «Como siempre, Tellado ha hecho una intervención plagada de ataques. No sé si demuestra así que les da vergüenza llegar a un acuerdo y viene aquí para disimular, para no enfadar a algunos o algunas de su partido», ha ironizado, en referencia a la presidenta de la comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, crítica con todo pacto con Sánchez.

El exlehendakari ha recordado que en estos cinco años el PP ha esgrimido «27 excusas» para no renovar el CGPJ, «que se ponían por desidia, vértigo o falta de rigor», y ha traído a colación que ante cada acercamiento, Génova «sucumbía al ala dura de la derecha». También ha señalado que el bloqueo ha implicado por cada año 1.000 asuntos de retraso y costes de 12 millones y medio de euros: «Esto ha afectado a la Administración de justicia, los ciudadanos se han visto afectados».

López ha elogiado que ahora se han cambiado algunos criterios de elegibilidad (por ejemplo, no podrán ser elegidos vocales del CGPJ quien en los cinco años previos hayan sido ministro, secretario de Estado o consejero autonómico) y ha dejado caer: «Este acuerdo ha abierto un resquicio para el entendimiento. Esperamos que pueda haber otros. ¿Por qué no un acuerdo para renovar el pacto de Estado contra la violencia de género? ¿O prefiere seguir en la marcha atrás a las que les obligan sus socios?».

Un asunto que se ha colado en el debate, introducido por López, ha sido el pedido público de Tellado de sumar a la Armada al control migratorio. «¿De verdad la Armada para parar los cayucos? ¿Lo siguiente qué será, bombardearlos?», se ha preguntado. Una hora después, el portavoz del PP explicaría ante periodistas en el patio del Congreso que su propuesta no es nueva y que hay muchas piezas periodísticas en las que se constata la intervención del Ejército en la frontera sur.

Los aliados, sin apoyo

La mayoría de investidura ha tenido una de sus peores jornadas parlamentarias en lo que atañe la congruencia entre el voto de confianza dado a Sánchez y esta reforma del CGPJ, dado que ha sido pactada entre PSOE y PP sin permitir enmiendas y cambios.

Eso ha provocado el enfado de todo el grupo de Sumar, que se ha decantado por la abstención tras un fuerte debate interno en el que no han faltado los legisladores que proponían votar en contra. Tras una intensa reunión del grupo ayer, se decidió una posición intermedia. El portavoz en asuntos jurídicos, Enrique Santiago, asegura en ese encuentro interno que había dos vocales propuestos por ellos en la lista de la decena progresista, aunque eso no ha evitado el sabor agrio.

«Sumar no va a perder la oportunidad de pedir la reforma del CGPJ», ha dicho Santiago en el atril, y si bien ha defendido los «pasos positivos» ha opinado que «el diablo está en los detalles, porque la proposición de ley tiene imprecisiones, vacíos y deficiencias en la aplicación de criterio para los ascensos».

EH Bildu denuncia que no se enfrenta la cuestión principal de una judicatura «garante del régimen del 78» y el PNV también ve que se eluden «los problemas de fondo»

Por su parte, la portavoz de EH Bildu, Mertxe Aizpurua, ha dicho que en su formación «no» consideran «positivo ni el acuerdo alcanzado ni la propuesta del PSOE y el PP» porque el pacto «no enfrenta el problema fundamental que persiste» en el CGPJ, que es que las altas instancias de la judicatura siguen siendo «garantes del régimen del 78».

«Este es el mensaje que llevan empleando hace mucho tiempo, cualquiera que contraríe los objetivos del bloque reaccionario se enfrentará a consecuencias judiciales policiales y mediáticas. En este Estado no existe la independencia judicial. Esto no es nuevo ni sorprendente», ha añadido. Y ha vuelto a preguntar por las medidas de «regeneración democrática» prometidas por Sánchez. «No se puede resolver un problema democrático pactando con quien impulsa la estrategia de acoso y derribo», ha enfatizado.

El ministro Oscar Puente y la portavoz de EH Bildu, Mertxe Aizpurua. (Eduardo Parra | Foku)

Con un discurso más técnico, y sin subir al estrado el experimentado orador que es Aitor Esteban, el PNV ha anunciado su abstención ya que la reforma «no afronta los problemas de fondo». A través del diputado Mikel Legarda, los jeltzales han dejado trascender su decepción con el PSOE: «Nos abstendremos y no solo por no habérsenos consultado la opinión durante la fase de elaboración».

Por parte de Junts, Miram Nogueras ha cargado contra «la mafia judicial», mientras que Ione Belarra (Podemos) ha opinado que esta «gran coalición» abre una «nueva legislatura», en tanto Rufián (ERC) ha dicho que «da bastante pena lo que está pasando» y ha rematado: «Esto no le importa a nadie. La gente sigue sin poder alquilar una vivienda digna y el 40 por ciento de los trabajadores no llegan a fin de mes».

Sin Sánchez ni la vicepresidenta Yolanda Díaz presentes, la votación para admitir a trámite la proposición obtuvo el respaldo necesario de más de tres quintos de los diputados y la semana que viene habrá un pleno extraordinario para debatir la enmienda a la totalidad de Vox (única formación que ha planteado esto). En la segunda mitad de julio se espera que la ley ya llegue al Senado para su ratificación.

Sin embargo, en las Cortes Generales la atención ya está puesta en otra fecha clave: el 17 de julio, pleno también extraordinario en el que Sánchez anunciará medidas de calidad institucional. Entre ellas, la ya anunciada ley sobre la financiación de los medios.