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Hamas propone un Gobierno palestino independiente para Gaza y Cisjordania

Hamas ha propuesto un Ejecutivo independiente compuesto por figuras ajenas a partidos para gobernar Gaza y Cisjordania cuando finalice el ataque de Israel contra la Franja, donde las tropas israelíes han dejado en su retirada del centro de la ciudad de Gaza un paisaje apocalíptico.

Paisaje desolador en la Ciudad de Gaza. (Omar AL-QATTAA | AFP)

«Hemos propuesto que un Gobierno no partidista con competencia nacional gobierne Gaza y Cisjordania después de la guerra», manifestó este viernes Hossam Badran, miembro del buró político de Hamas, en un comunicado sobre las negociaciones indirectas en curso entre Israel y el movimiento de resistencia palestino bajo los auspicios de Qatar, Egipto y EEUU con el fin de lograr una tregua que permita un intercambio de prisioneros.

«La administración de Gaza después de la guerra es un asunto interno palestino que no debería sufrir ninguna injerencia externa, y no discutiremos (la posguerra) en Gaza con ninguna parte extranjera», añadió Badran.

Sin embargo, un líder de Hamas declaró a AFP, bajo condición de anonimato, que la propuesta había sido presentada «con los mediadores».

Este Ejecutivo deberá gestionar «los asuntos de la Franja de Gaza y de Cisjordania en la primera fase de la posguerra» y «trazar el camino hacia las elecciones generales», afirmó.

La comunidad internacional quiere que las negociaciones actuales en Doha y El Cairo conduzcan a un alto el fuego permanente, pero el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, no deja de torpedearlas para ganar tiempo y prolongar el genocidio del pueblo palestino arrasando la Franja de Gaza. Netanyahu, que prometió la eliminación de Hamas, insiste en que cualquier acuerdo deberá «permitir a Israel reanudar los combates hasta que se hayan logrado todos los objetivos de la guerra», que dice que son la eliminación de Hamas.

Las cuestiones a tratar en la capital qatarí son el alto el fuego y la liberación de los israelíes retenidos en Gaza y los palestinos detenidos por Israel,  así como de la forma en que se debe administrar la Franja de Gaza después de esta ofensiva.

Mientras, las conversaciones en El Cairo se centran en cómo aumentar la entrada, prácticamente inexistente, de ayuda humanitaria al sitiado territorio palestino y, en particular, las condiciones para reabrir el paso fronterizo de Rafah entre la Franja y Egipto, y su control.

En la campaña militar que está llevando a cabo el régimen sionista contra Gaza como venganza por los ataques del 7 de octubre, que dejaron 1.139 fallecidos, el Ejército israelí ha devastado el pequeño territorio palestino y ha matado a al menos 38.345 personas, la inmensa mayoría civiles y más de 75% de ellas mujeres y menores de edad, y herido a 88.295 más, según datos del Ministerio gazatí de Salud. Más de 10.000 personas siguen desaparecidas bajo los escombros sin que sus cuerpos hayan podido ser recuperados.

Donde sí se están encontrando cuerpos diseminados por las calles o los edificios derrumbados, tras su retirada, es entre las ruinas en las que el Ejército israelí ha convertido el centro de la ciudad de Gaza, conocida en su día por sus atascos, centros comerciales y cafés y transformado se transformada esta semana por las tropas sionistas en un paisaje apocalíptico.

«El Ejército israelí se retiró del barrio de Al-Rimal, dejando tras de sí una destrucción masiva y edificios arrasados y quemados. Somos pacientes, pero la situación es tan difícil que no podemos soportarla», dice desesperado Tariq Ghanem, un profesor de 57 años. «Hace días o incluso una semana que hay cadáveres en la carretera y no hay nadie que los recoja», continúa.

El Ejército israelí no ha confirmado su retirada de la ciudad de Gaza, donde reforzó su ofensiva esta semana y obligó a abandonarla a entre 300.000 y 350.000 personas, según Naciones Unidas.

El viernes por la mañana, cuando los vecinos se enteraron de que los soldados habían abandonado la zona, regresaron para ver los daños y la Defensa Civil envió a sus equipos, que informaron del hallazgo de unos sesenta cadáveres en dos barrios del suroeste, Tal al-Hawa, Al-Sinaa, que se suman a otros 60 restos encontrados la víspera en el arrasado distrito de Shujaiya, en el este, escenario de combates desde hace dos semanas.

Según Mahmoud Basal, portavoz de la Defensa Civil, decenas de cadáveres siguen esparcidos por «las carreteras y bajo los escombros» de Tal al-Hawa y Al-Sinaa, donde continúan las labores de búsqueda.

Destrucción inimaginable

A lo largo de la cornisa que bordea el mar Mediterráneo, en el centro de la ciudad, donde se encontraban los inmuebles de oficinas y donde los residentes salían a comprar, edificios enteros fueron derribados y otros muchos carbonizados.

La torre de diez pisos del Banco Palestino solo tiene intacta su parte superior. Los primeros primeros han sido destruidos. Por todas partes, el suelo está cubierto de polvo, basura, restos de chatarra y hormigón.

«En la ciudad de Gaza, puedes mirar en cualquier dirección y el nivel de destrucción superará tu imaginación», afirmó a AFP Louise Wateridge, portavoz de la Unrwa, la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos, tras una visita a la zona cuando la guerra de Israel contra Gaza ha entrado en su décimo mes.

En ofensivas militares anteriores, en particular en 2021, el distrito central de Al-Rimal ya había sufrido graves daños después de que el Ejército sionista dijera haber tenido como objetivo los túneles que que aseguraba que había allí.

Esta vez, el Ejército afirmó haber actuado en particular contra la sede de la Unrwa, a la que acusa de connivencia con Hamas, tras asegurar que se había  convertido en base del movimiento de resistencia islámica. La Unrwa explicó que abandonó el lugar en octubre. Como hace siempre que lleva a cabo operaciones de este tipo, ya sea contra agencias humanitarias, escuelas u hospitales, dijo haber encontrado numerosas armas, la entrada a una galería subterráneo y un taller subterráneo de fabricación de armas en las inmediaciones.

Una pared del edificio estaba ayer negra de hollín, mientras que en otra se lee un mensaje: «Gaza, prometemos que la reconstruiremos.

Continúan los ataques

Además de la destrucción en la ciudad de Gaza, continúan los ataques en otras zonas de la Franca, como Nuseirat, Al-Mawasi o Rafah. Cuatro trabajadores humanitarios palestinos murieron este viernes en un bombardeo israelí de un almacén de ayuda en el área de Al-Mawasi, en la costa mediterránea del área de Jan Yunis, que fue designada por el Ejército israelí como «zona humanitaria» y ordenó la evacuación allí de más de un millón de gazatíes, incluidos los desplazados que había en Rafah en mayo, cuando sus tropas comenzaron una operación militar en la ciudad, fronteriza con Egipto. Al menos uno de ellos trabajaba para la ONG británica Al-Khair.

Mientras las miradas siguen fijas en la brutal ofensiva contr la Franja de Gaza, soldados israelíes mataron ayer a tiros durante una redada en la ciudad de Abwein, al noroeste de Ramallah, en la Cisjordania ocupada, Ali Muwaffaq Musa Muzahim, de 26 años.