El chavismo llama a respetar las urnas y la oposición apela a la movilización
Cinco días después de la celebración de las elecciones presidenciales en Venezuela, en las que resultó ganador Nicolás Maduro, según los datos oficiales, y a la espera de la presentación de las actas, la oposición, avalada por EEUU, sigue enrocada en su denuncia de fraude y llama a la movilización.
A la espera de la presentación de las actas de las elecciones presidenciales celebradas el pasado domingo en Venezuela, chavistas y oposición mantiene sus posiciones. Los primeros piden respeto al resultado electoral y los antichavistas insisten en su denuncia de fraude, recurrente tras cada proceso electoral perdido, y por primera vez hacen un llamamiento a movilizarse en las calles.
El reelecto presidente, Nicolás Maduro, aseguró que presentará todas las actas de los cuestionados comicios y la líder opositora María Corina Machado defiende la victoria de su candidato, Edmundo Gutiérrez, en base a las actas que dice tener en su poder y que demostrarían su triunfo, pero que no hace públicas.
Ajeno a la presión internacional, Maduro insiste en su victoria con el 51,2% de los votos y ha pedido al Tribunal Supremo que haga una auditoría de las elecciones. «El Gran Polo Patriótico y el Partido Socialista Unificado de Venezuela están listos para presentar el 100% de las actas», señaló en la sede judicial, adonde acudió a presentar un amparo que aclare «todo lo que haya que aclarar» sobre los comicios. Se mostró dispuesto a ser «convocado» e «interrogado» y reiteró que, con su denuncia de fraude, la oposición lleva a cabo un «intento de golpe de Estado». Maduro también aseguró que «está listo para presentar el cien por ciento de los resultados».
La oposición, a la que el Consejo Nacional Electoral (CNE), otorgó el 44% de los votos, dice tener en su poder copia de más del 80% de las actas y que Gutiérrez obtuvo el 67% de los sufragios, pero tampoco presenta las actas, al tiempo que acusa al CNE, que explica el retraso por haber sufrido un «hackeo masivo», de necesitar tiempo para «preparar resultados falsificados».
Mientras tanto las protestas antichavistas que estallaron el lunes en Caracas y otras ciudades se han ido disipando con el paso de los días, y la oposición ha hecho un llamamiento a la movilización.
Los incidentes de los primeros días se saldaron, según algunas fuentes, con 16 fallecidos, incluido un militar, y más de 700 detenidos por «terrorismo». Maduro responsabilizó a Machado y a Gutiérrez de la violencia y sostuvo que «nunca jamás» llegarán al poder. «Ustedes tienen las manos manchadas de sangre». Deben estar tras las rejas», afirmó el presidente venezolano, apoyado también en las calles por manifestaciones populares.
El miércoles fracasó el intento de consensuar una postura en el seno de la Organización de Estados Americanos (OEA), cuyo Consejo Permanente rechazó una resolución para exigir transparencia sobre el proceso electoral venezolano al no alcanzar la mayoría requerida por las reservas de once países que se abstuvieron –entre ellos Bolivia, Brasil y Colombia– y la ausencia de otros cinco –Venezuela y México entre ellos–.
Petición de Brasil, Colombia y México
Precisamente los gobiernos de Brasil, Colombia y México pidieron este jueves a las autoridades electorales de Venezuela la publicación de los datos desglosados de las elecciones presidenciales, indicando que «el principio fundamental de la soberanía popular debe ser respetado mediante la verificación imparcial de los resultados».
A través de un comunicado conjunto, hicieron un llamamiento a los actores políticos y sociales «a ejercer la máxima cautela y contención en sus manifestaciones y eventos públicos con el fin de evitar una escala de episodios violentos». «Mantener la paz social y proteger las vidas humanas deben ser las preocupaciones prioritarias en este momento», señalaron.
Los tres ejecutivos reiteraron su «absoluto respeto por la soberanía de la voluntad del pueblo de Venezuela». Asimismo, incidieron en su «disposición para apoyar los esfuerzos de diálogo y búsqueda de acuerdos que beneficien al pueblo venezolano».
Por su parte, el Gobierno de Bolivia, a través del Ministerio de Exteriores, condenó «enérgicamente los intentos de golpes de Estado» en Venezuela y «los planes de sustituir la voluntad del pueblo venezolano expresada democráticamente en las urnas».
«Bolivia, como Estado que promueve la cultura del diálogo y la paz, rechaza los actos de violencia que están siendo promovidos para alterar el orden constitucional en la República Bolivariana de Venezuela. La autodeterminación de los pueblos y la no injerencia son principios fundamentales del Derecho Internacional, que deben ser respetados para la convivencia entre los Estados», reza un comunicado.
Posición de EEUU
Muy diferente fue la respuesta de EEUU, que, por boca del secretario de Estado, Antony Blinken, afirmó, con base en «pruebas abrumadoras», que el opositor Edmundo González fue el ganador de las elecciones presidenciales del 28 de julio.
«Dadas las abrumadoras pruebas, es claro para los Estados Unidos, y sobre todo para el pueblo venezolano, que Edmundo González Urrutia ganó la mayoría de votos en las elecciones presidenciales de Venezuela el 28 de julio», indicó Bliken en un comunicado.
La respuesta de Nicolás Maduro no se hizo esperar. Este instó a Washington a «sacar sus narices» del país caribeño. «Estados Unidos debe sacar sus narices de Venezuela porque el pueblo soberano es el que manda en Venezuela, el que pone, el que elige, el que dice, el que decide», apuntó en declaraciones transmitidas por el canal estatal VTV.
«El proceso en Venezuela, legalmente, constitucionalmente, institucionalmente, está todavía por completarse, y Estados Unidos hoy dice que tiene las actas y las pruebas», manifestó.