Bilbo obligará a los dueños a limpiar la orina de sus perros en la calle
A través de su futura ordenanza sobre animales de compañía, el Ayuntamiento de Bilbo contempla, entre otras cosas, obligar a los propietarios de las mascotas a que recojan sus excrementos y también limpien su orina en la vía pública. La normativa prevé sanciones de 100 a 100.000 euros.
El concejal bilbaíno de Salud y Consumo, Álvaro Pérez, ha presentado este miércoles en comisión informativa el proyecto de la nueva Ordenanza Municipal Reguladora de Protección, Bienestar y Tenencia Responsable de los Animales de Compañía, que prevé sanciones de 100 a 100.000 euros dependiendo de la gravedad de la infracción cometida.
Según el concejal, esta ordenanza «no solo combate el maltrato y el abandono, sino que también facilita la convivencia entre personas y animales» en los espacios públicos, además de fomentar la adopción y combatir el abandono de animales.
Así, entre las novedades que recoge, se encuentra el tratamiento a los animales de compañía conforme «a su condición de ser sensible, que implica ser responsables de su protección, bienestar, seguridad, así como de los daños que causen y garantizar sus cuidados de por vida».
La normativa también contempla la prohibición de criar o vender animales de compañía entre particulares y la obligación de la recogida de los excrementos y la de limpieza de las micciones de los animales en la vía pública.
Asimismo, recoge la obligatoriedad por parte de los propietarios, tanto de perros como de gatos y hurones, de la identificación y registro, así como la vacunación antirrábica, y el contrato de un seguro de responsabilidad civil, en el caso de los perros.
Además, se implementa un control riguroso de las colonias felinas a través del programa CER (Captura, Esterilización, Marcaje y Retorno), diferenciando entre agrupaciones de gatos comunitarios y colonias reconocidas oficialmente por el Ayuntamiento de Bilbao. Solo estas últimas podrán ser alimentadas por personas físicas, siempre y cuando cumplan con los protocolos establecidos.
Mayores medidas de control
Para garantizar el cumplimiento de la normativa, el Consistorio ha reforzado las funciones de vigilancia e inspección, incluyendo la actividad inspectora y la adopción de medidas cautelares cuando sea necesario.
El régimen sancionador de la ordenanza clasifica las infracciones en leves (conductas que no provoquen daños físicos ni alteraciones de comportamiento animal); graves (aquellas actuaciones que impliquen daño o sufrimiento para el animal) y muy graves (conductas que provoquen la muerte o secuelas graves permanentes al animal).
Estas infracciones conllevan sanciones que varían desde los 100 euros hasta los 100.000 euros, dependiendo de su gravedad. Se busca así disuadir conductas que impliquen maltrato o abandono de los animales.