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Cuatro equipos de Euskal Herria en la Liga Endesa; cuatro realidades complementarias

Ardoi es la representante de Nafarroa por primera vez desde 2013, y quién más difícil arranque liguero tiene. Kutxabank Araski afirma que no hay ningún «patito feo» en la competición, IDK Euskotren viaja por la Eurocup con «diez jugadoras de verdad» y Lointek Gernika Bizkaia apuesta por las jóvenes.

Irati Etxarri y Becky Massey, plenas de intensidad en la Euskal Kopa. (Gorka RUBIO | FOKU)

La Liga Femenina Endesa entra por la puerta y eso significa una cosa: ya es octubre. Hasta cuatro equipos de Hego Euskal Herria tendrán presencia en esta campaña 2024/25 en la élite del basket femenino estatal, lo cual supone que los cuatro herrialdes copan el 25% de la competición.

La gran novedad de lo que respecta a esta campaña 2024/25 es que Nafarroa vuelve a tener una representante en la élite, con Osés Construcción Ardoi. Desde que e UNB Obenasa desapareciera hace más de una década, el equipo de Zizur Nagusia ha conseguido algo impensable solo doce meses atrás. «Nuestros objetivos reales eran estar en la parte alta de la Liga Challenge y llegar a los play-offs», admitía la base iruindarra Maria Asurmendi en una reciente entrevista. Una Asurmendi que vivió la experiencia de UNB Obenasa, así es ascenso como la desaparición, y que capitanea un grupo con hasta seis jugadoras del herrialde que intentarán asentarse en la máxima categoría, a base de seguir al pie de la letra las dos directrices del entrenador Juantxo Ferreira: «disfrutar» y «competir».

No ha podido sumar victoria alguna en la pretemporada, en buena medida porque tres de sus principales referentes, Jewel Tunstull, Imani Tate y Julieta Mungo, llegaron bastante más tarde a comenzar la pretemporada con su nuevo equipo. Asimismo, el más tempranero de los cuatro equipos de Euskal Herria comienza con un desafío de altura: el viernes a las 20.30 frente a Perfumerías Avenida en el polideportivo Arrosadia, obligado hogar adoptivo de las de Zizur Nagusia en la máxima categoría.

Después de Perfumerías Avenida, le tocará visitar Alcantarilla para vérselas con un Jairis que tiene el cartel de «outsider», para luego recibir al Girona de Roberto Iñiguez y cerrar este primer tramo matador en Maloste frente a Lointek Gernika Bizkaia, un conjunto que lleva escrito en la frente el sonsonete de «equipo revelación».

«El equipo tiene que ser consciente de que no puede estar esperando a que pasen esos primeros partidos como si no tuviera opciones de nada. Si en esas primeras semanas el juego es un desastre, sé por experiencia que la temporada pasa muy deprisa y para cuando te quieres dar cuenta, puede ser tarde», advertía Maria Asurmendi, quien sabe lo mucho que cuesta ascender de categoría, pero que mantenerse es todavía más complicado porque el nivel de los rivales es mayor y el presupuesto necesario para armar un equipo competitivo también sube mucho.

En dos escalones

Los cuatro equipos de Euskal Herria de esta Liga Endesa están, al menos en principio, divididos en dos escalones bien diferenciados. Por un lado están Ardoi y Kutxabank Araski, quienes han de pelear para seguir una temporada más en la élite. Cierto es que las gasteiztarras han roto ese supuesto techo de cristal en varias ocasiones, llegando incluso a disputar las semifinales de la Copa y la Liga, pero ya hace años que las de Madelen Urieta han tenido más sufrimientos de los esperados para salvar la categoría.

En principio, mientras que a nadie extrañaría si Ardoi perdiera la categoría o sufriese hasta la última jornada, dice la teoría que Kutxabank Araski ha de aspirar a vivir en una zona templada de la clasificación, y más con el talento de jugadoras como las belgas Maxuella Lisowa-Mbaka y Bethy Mununga, el regreso de Natalia Rodríguez a Euskal Herria después de que la alero canaria pasara de IDK Euskotren a Ensino en Lugo antes de venir a Gasteiz, la llegada de una pívot móvil como Montse Brotons –Madelen Urieta se olvida por el momento de apuestas por pívots tan estáticas como ha venido acostumbrando–, y mantener a jugadoras de la importancia de Laura Aliaga o Marta Hermida, más la sempiterna Natalie Van den Adel, aunque la neerlandesa está sufriendo mucho este último mes con una lesión muscular.

No lo ha tenido nada fácil en esta pretemporada, pero en la Euskal Kopa se vieron eso que se suelen llamar «brotes verdes», como los 28 puntos de Maxuella Lisowa-Mbaka frente a Lointek Gernika Bizkaia o la victoria de las gasteiztarras ante IDK Euskotren en un partido disputado hasta el final aunque no hubiera nada en juego.

«Lo mejor es que en la pretemporada el equipo ha ido mejorando día a día. Más allá de los resultados, eso es lo que me hace ser positiva», explicaba el martes en la presentación del equipo la escolta canadiense Sami Hill, llamada a ser una de las referentes del club gasteiztarra luego de su experiencia del año pasado y haber vivido la cita olímpica en verano.

«En esta Liga no hay ningún ‘patito feo’», añadía Madelen Urieta, dándole un barniz mucho más ambicioso al discurso de su equipo. «De los 16 que estamos presentes en la competición, los 16 pensamos que vamos a estar entre los ocho primeros y disputando play-offs. Por eso, lo más ambicioso que puedo decir es que voy a salir a ganar todos los partidos», explicaba la entrenadora de Amurrio.

Las gasteiztarras arrancarán el sábado en la cancha de Uni Ferrol el sábado 5 a las 19.00, para luego recibir a todo un Basket Zaragoza en la primera incursión de la temporada en Mendizorrotza. Nuevamente en Mendizorrotza, el día 19 se disputará el primer derbi de la campaña, frente a Lointek Gernika Bizkaia –64-84 para las gernikarras en la Euskal Kopa–, cerrando octubre con una peliaguda visita a Girona, aunque casualmente, no es la cancha que peor se les dé a las gasteiztarras.

Vuelta por Europa

En teoría, al menos sobre el papel IDK Euskotren y Lointek Gernika Bizkaia están en un escalón superior. Patito feo o cisne, lo cierto es que IDK Euskotren fue el único de los clubes vascos de la pasada campaña que logró meterse en los play-offs por el título, de forma que ha conseguido plaza en la Women Eurocup por segunda vez en su historia.

«La Eurocup es otro ritmo: juegas dos partidos por semana, hay muchos viajes y se puede entrenar menos. Por eso la pretemporada está siendo exigente; mucho competir, que a Azu –Muguruza– le gusta mucho empezar jugando cinco contra cinco, pero es que a todas nos gusta jugar», explicaba Rosó Buch, una de las incorporaciones de la entidad donostiarra, que después de cuatro años en Gernika ha seguido su trayecto hasta Donostia para darle experiencia y versatilidad al juego de las de Azu Muguruza así en la Liga Endesa como en Europa.

Las donostiarras han formado un conjunto de «diez jugadoras de verdad», en palabras de la propia entrenadora Azu Muguruza. En la competición doméstica las guipuzcoanas empiezan en el Josean Gasca en un duelo de importancia frente el Jairis murciano, solo cuatro días antes de arrancar con su segunda incursión europea, recibiendo en casa al Estrella Roja de Belgrado, nada menos, para luego agarrar el avión y jugar en la cancha de un Gran Canaria que mantiene su condición de equipo de Liga Endesa porque el CB Barça, que logró la permanencia en el parqué, vendió su plaza y prefirió descender.

Octubre guarda viajes a Transilvania a Grecia, Voula, cerca de Atenas, antes de acometer los partidos ligueros frente a Estudiantes en el Josean Gasca y el Celta de Vigo, este a domicilio. No hay que olvidar que uno de los objetivos de IDK Euskotren es superar la primera fase de la competición continental sin renunciar a la presencia en la Copa y los play-offs. «Cuando salió el calendario da todo un poco de vértigo porque la exigencia es muy alta y casi nos vamos a pasar tres semanas de viaje. Con la ilusión y las ganas, se podrá llevar», afirmaba Azu Muguruza, esperanzada que las jugadoras que se mantienen del año pasado, como Alba Prieto, Iris Mbulito, Lara González o Becky Massey, más los fichajes de Nastja Claessens, Lola Pendande, Delicia Washington, Buch o Halvarsson sean esas «diez jugadoras de verdad» que la entrenadora demanda.

En cambio, Lointek Gernika Bizkaia esta vez no disputará la Women Eurocup. Ello, en palabras del presidente Gerardo Candina, le ha supuesto una pequeña «rebaja de presupuesto», pero en todo caso el equipo que entrena Lucas Fernández ha terminado creando un conjunto muy joven, que al no tener que afrontar el desgaste de los viajes de los partidos europeos, asume con cierto agrado el poder acumular entrenamientos.

Gernika, joven e ilusionante

Será el Gernika donde más se hable euskera, por un lado, ya que entre Itziar Ariztimuño, Irati Etxarri –¡las dos jugadoras más veteranas del club!–, Marta Alberdi, Ane Olaeta –que regresa a casa siete años después– y Naia Zubiaga, el bloque local es compacto como nunca antes se ha visto.

«El equipo intenta que las jugadora nos vayamos sintiendo cómodas y que a partir de ahí cada cual aporte desde lo que puede», incide una Irati Etxarri reestablecida de la grave lesión de rodilla que le impidió jugar en 2023 y que en 2024, pese a acudir al Preolímpico en febrero, la terminó dejando fuera de la cita olímpica. «En su momento una sí siente ese pequeño dolor en el corazón, pero ya está asumido y superado. He venido de Girona a Gernika a dar lo máximo y estoy pudiendo prepararme bien, sin ninguna molestia en la rodilla», incidía la iruindarra en la presentación del equipo.

El talento joven es algo muy a tener en cuenta en este equipo granate. Las españolas Elena Buenavida y Awa Fam –espectacular la valenciana en la Euskal Kopa, dejando con la boca abierta a los reunidos en Antzizar– llegan cedidas por Valencia Basket, pero no hay que olvidar que las dos saben lo que es tener minutos en la Euroliga y jugar las finales –y ganarlas– de la Copa o la Liga Endesa. Ciertamente, en Gernika jugarán más minutos y se les exigirá una regularidad que, por definición las jugadoras jóvenes no suelen tener.

La alemana de 19 años Annika Soltau es la otra jugadora de futuro que ha llegado a Gernika este verano, una ala-pívot de 1,92 metros que se ha quedado muy cerca de acudir a la cita olímpica este verano. La escoltas Taylor Mikesell y Laura Westerik –procedente de IDK Euskotren– y la pívot Maya Dodson –la única «superviviente» del año pasado, junto con Alberdi y Ariztimuño– forman un conjunto más que interesante, seguramente irregular por su juventud, pero que a poco que vaya cuajando, está llamado a ser un animador de una competición en la que Valencia Basket parte con la vitola de favorita única, con Basket Zaragoza, Perfumerías Avenida y quizá Girona en el siguiente escalón, a la espera de que Lointek Gernika Bizkaia e IDK Euskotren, dos equipos llamados a acechar a estos conjuntos cabeceros, metan o no el pie antes de que se cierre la puerta.

«Tenemos que ir día a día. Este es un equipo muy joven y tiene que conocerse bien para explotar lo mejor que tiene. Por ahora, defender y correr a campo abierto es lo que mejor se le da, pero la temporada es larga y hay que saber ir mejorando en cada momento», indica una Ane Olaeta aquejada de una rotura de fibras que le ha hecho perderse casi toda la pretemporada.

La base gernikarra lamenta que difícilmente pueda estar lista en el estreno liguero de las vizcainas, ya que reciben en Maloste a su exequipo, el Ensino de Lugo, el sábado a las 18.30. Las gernikarras juegan tres de sus cuatro partidos de octubre en casa, con Estudiantes como segundo rival, para después afrontar el derbi de Mendizorrotza ante Kutxabank Araski y cerrar octubre con otro derbi esta vez frente a Ardoi, un duelo que seguramente poco tendrá que ver con la paliza que le infligieron las vizcainas en la pretemporada.

Ya es octubre y empieza la Liga Endesa. Y si es por contemplar lo que los equipos de Euskal Herria pueden aportar, merece mucho la pena echarles un vistazo a los cuatro.