Llevar a Ocalan al Parlamento turco, cambio de guion o canto de sirenas para los kurdos
La propuesta del partido ultraderechista turco MHP de llevar al líder kurdo Abdulah Ocalan al Parlamento supone un cambio en la retórica intransigente panturca contra cualquier opción de diálogo. La idea empieza a plantear posibles conversaciones a las que el movimiento prokurdo se abre con cautela.
La propuesta del líder del partido ultraderechista y panturco MHP, Devlet Bahçeli, de invitar a intervenir en el Parlamento turco al líder kurdo Abdulah Ocalan, que lleva 25 años en aislamiento en una prisión en la isla de Imrali, ha supuesto una sorpresa en la política del país.
Bien es cierto que la idea es para que Ocalan proclame en la Cámara la disolución de la guerrilla del Partido de Trabajadores de Kurdistán (PKK) y el fin de la insurgencia.
Pero que provenga del partido más ultra y uno de los más intransigentes contra cualquier tipo de diálogo con el movimiento kurdo supone una novedad.
Bahçeli no tiene ningún cargo gubernamental, pero los 50 escaños de su partido, cuarto del hemiciclo, son fundamentales para que el Gobierno del AKP del presidente, Recep Tayip Erdogan, con 266, mantenga la mayoría en el hemiciclo de 600 diputados.
Erdogan apoya la idea
Erdogan respaldó el martes la idea y calificó de «oportunidad histórica» la propuesta de Bahçeli. «Esperamos que todo el mundo reconozca que el terrorismo y la oscura sombra del terrorismo no tienen lugar en el futuro de Turquía», afirmó el presidente.
«En este sentido, espero que la ventana de la oportunidad histórica abierta por la Coalición del Pueblo no se sacrifique por intereses personales», añadió, en referencia a la alianza del islamista AKP con el MHP.
En cambio, una de las principales figuras de la oposición, el alcalde de Ankara Mansur Yavac, condenó enérgicamente la idea, que considera «una traición imperdonable de la nación»
Yavac, perteneciente al kemalista CHP es un posible candidato en las elecciones presidenciales de 2026 frente a Erdogan.
Las especulaciones sobre posibles contactos para relanzar un proceso de paz comenzaron cuando a principios de mes Bahaçeli estrechó la mano a los miembros del prokurdo Partido por la Igualdad y la Democracia (DEM, antes HDP) durante la apertura de la legislatura del Parlamento.
El inusual gesto acaparó titulares en la prensa turca y disparó los comentarios.
Cautela y apertura al diálogo en el movimiento prokurdo
El movimiento prokurdo se ha mostrado cauteloso. La copresidenta del DEM, Ayşegül Dogan, indicó que no hay nada más allá de algunas conversaciones y que no hay ninguna «hoja de ruta» prevista.
Insistió en que la cuestión kurda, que definió como «el problema más grande y fundamental de Turquía» y un «problema regional e internacional, requiere «sinceridad, voluntad y seriedad».
Sobre la intervención de Ocalan, recordó que llevan años denunciado el aislamiento del líder kurdo como «un método inaceptable de tortura» al impedirle reunirse con su familia y abogados y negarle contactos telefónicos y el envío de cartas salvo en contadas excepciones a lo largo de un cuarto de siglo.
Por ello exigió acabar con este aislamiento. «Hay que abrir el camino al interlocutor. Si no abren la puerta de Imrali, si no levantan el aislamiento, si no incluyen a Ocalan en estas discusiones, no podrán avanzar», insistió.
Dogan subrayó la disposición del HDP a dialogar incluso con la ultraderecha: «Somos un partido con canales abiertos de negociacion y diálogo. Existimos para eso».
A pesar de su aislamiento, Ocalan sigue desempeñando un papel crucial en la política kurda y tiene una influencia considerable sobre el PKK.
En 2013, una carta pública declaró la necesidad del fin de la lucha armada y de las aspiraciones independentistas, abogando por la integración de los kurdos en la nación de Turquía en el marco de un proceso de paz y de un modelo de autogobierno democrático. El PKK llegó a retirar a sus combatientes de suelo turco.
Erdogan, sin embargo, rompió el proceso en 2015 y elevó el nivel de violencia, que llegó a las ciudades kurdas.
El PKK mantiene la lucha armada, aunque los combates tienen lugar principalmente en el norte de Irak, donde la guerrilla tiene sus principales bases, atacadas frecuentemente por el Ejército turco.
Visita del presidente del CHP a Demirtras en la cárcel, con significado político
La cuestión kurda se está convirtiendo una vez más en un importante campo de batalla. Aunque las elecciones presidenciales están previstas para 2028, el revés que sufrió el AKP en las municipales, con un CHP al alza, pueden haber hecho que la coalición gobernante empiece a seducir a los votantes kurdos.
A este interés electoral se suma la posibilidad de que Erdogan busque que un diálogo con Ocalan provoque algún tipo de división con la guerrilla que opera en las montañas de Kandil.
La importancia de la cuestión kurda se vio refrendada por otro movimiento, esta vez del CHP. Su presidente, Ezgar Ezel, visitó el lunes al líder prokurdo Selahatin Demirtas, encarcelado desde 2016 por «colaboración con el terrorismo».
Fue el que llevó al HDP (hoy DEM) a superar el 10% de votos en las elecciones. La persecución masiva contra los líderes kurdos lo llevó a prisión.
El propio Ezel, quien junto a otros dos diputados visitó también al alcalde de Diyarbakir, uno de los muchos electos kurdos encarcelados en la represión de los últimos años, confirmó que «la visita fue más que una visita de cortesía, y tuvo un significado político».
«Trabajaremos juntos para arreglar lo que no pudimos hacer en el siglo pasado», añadió.
Demirtas agradeció la visita y señaló que abordaron, durante tres horas, todo tipo de asuntos, «desde la desigualdad de ingresos hasta la democracia, desde la política exterior hasta la cuestión kurda, desde los derechos naturales hasta los problemas de los jubilados, los jóvenes, los niños y especialmente las mujeres».
Se trate de un intento de seducción electoral, un canto de sirenas o el inicio de un proceso de diálogo, el tono hacia la cuestión kurda parece cambiar en Turquía.