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No, los radares de la Aemet no pueden desplazar las nubes

Las graves inundaciones provocadas tras la DANA en el País Valencià han traído consigo un aumento de la desinformación climática, como el vídeo viral que aseguraba que los radares de la Aemet desplazaron nubes hacia la zona cero para provocar las tormentas.

Captura de pantalla de un vídeo viral, hecha el pasado 12 de noviembre. (AFP)

Tras las inundaciones ocasionadas por la DANA en el País Valencià, que han dejado más de 200 muertos circula desinformación en redes sociales sobre que el fenómeno natural fue provocado. Por ejemplo, un vídeo compartido cientos de veces asegura que radares de la Agencia Estatal de Meteorología española (Aemet) desplazaron las nubes hacia València, provocando así las tormentas.

Expertos consultados por AFP Factual aclararon que los radares solo miden las precipitaciones y sus ondas no tienen capacidad ni fuerza como para mover, ni siquiera, una gota de agua.

Este vídeo viral, con más de cuatro millones de visualizaciones en Instagram, muestra a un hombre que dice ser «excolaborador de Meteo France» y que afirma: «Lo ocurrido en Valencia no tiene ningún sentido ni cuadra con un fenómeno climático natural».

Según el locutor, los radares de la Aemet se utilizan «habitualmente tanto para desplazar como deshacer nubes mediante pulsos electromagnéticos». También dice que lo que ocurrió en Valencia fue que el radar ubicado en Morón de la Frontera (Sevilla) hizo que las nubes fueran «directas a Valencia a pesar de tener el viento totalmente en contra».

La misma grabación, con mensajes que definen la DANA como «atentado de la geoingeniería», circuló en X y Facebook.

El autor del vídeo menciona que la DANA fue peor porque el gobierno supuestamente destruyó presas, una desinformación que circula desde la catástrofe y que ya fue verificada por AFP Factual.

Captura de pantalla de una publicación en Instagram, hecha el pasado 11 de noviembre. (AFP)

El 29 de octubre, el fenómeno conocido como Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA), azotó el este y el sur de España, provocando inundaciones sobre todo en Valencia, aunque también se vieron afectadas áreas de Andalucía y la provincia de Albacete, en Castilla-La Mancha.

El 9 de noviembre, decenas de miles de personas se movilizaron en el País Valencià por la gestión de la tragedia, con críticas al Gobierno regional, pero también al Ejecutivo estatal, desde el que se anunciaron medidas de apoyo por casi 3.800 millones de euros.

La DANA se trata de un fenómeno natural posiblemente acentuado por el calentamiento del planeta derivado de la crisis climática, explicaron expertos a la AFP y opinó el grupo de científicos de World Weather Attribution.

Para qué sirve un radar

Un radar es un aparato que sirve para medir «cuánta precipitación hay, y de qué tipo, [si es] lluvia, nieve o hielo», explicó Francisco J. Tapiador, catedrático de Física de la Tierra en la Universidad de Castilla-La Mancha, en declaraciones a AFP Factual el 7 de noviembre de 2024.

«Es un aparato que emite ondas electromagnéticas, microondas en este caso, y viajan por la atmósfera siempre que no choquen con nada. Cuando encuentran un obstáculo, por ejemplo gotas de agua, lo que hacen es que rebotan y vuelven de vuelta. En función de la intensidad de esa onda, el radar es capaz de interpretar a qué distancia está esa lluvia y qué intensidad tiene», detalló a AFP Factual César Paradinas Blázquez, meteorólogo de la Fundación para la Investigación del Clima (FIC), el 7 de noviembre de 2024.

La precipitación que mide el radar se muestra en un mapa mediante una escala de colores, normalmente de tonos verdes y azulados, según se trate de lluvia suave o intensa, nieve o granizo.

Un radar no puede desplazar ni deshacer nubes

Los expertos consultados por AFP Factual desmintieron que los radares meteorológicos puedan empujar las nubes.

«El vídeo es una colección de dislates sin ningún soporte científico ni técnico», destacó Juan Vicente Balbastre Tejedor, profesor de Aplicaciones Radar en la Universitat Politècnica de València, el 8 de noviembre de 2024.

La Aemet también negó, en una publicación en X, que los radares puedan desviar las nubes o la lluvia.

«Un pulso de radar meteorológico no tiene fuerza ni para mover una sola gota de agua», apuntó Tapiador.

Paradinas Blázquez coincidió: «Ni España entera sería capaz de producir esa energía para mover una nube».

Por su parte, Balbastre Tejedor expuso que, en todo caso, las microondas de estos radares podrían tener un efecto «térmico», es decir, «calentar una nube», pero que «harían falta miles de millones de megavatios de potencia para elevar la temperatura de una nube un solo grado, y no hay radar en el mundo con esa potencia».

Los mapas del vídeo no muestran que los radares movieran las nubes

El vídeo viral dice que el viento va «para abajo» y «las nubes van hacia arriba», en dirección a València, a pesar de tener «el viento totalmente en contra».

Para argumentar esto, el autor de la grabación muestra el siguiente mapa.

Sin embargo, en realidad la grabación mezcla los conceptos del viento en superficie con el del viento de la DANA, que pueden actuar de forma diferente, según Paradinas Blázquez.

El viento de la DANA, como las siglas del fenómeno exponen (Depresión Aislada en Niveles Altos) se produce a mayor altitud de la atmósfera, indicó Paradinas Blázquez: «La forma en la que se comporta el viento varía con la altura. No es lo mismo estar a nivel de playa en verano, que subirte a 2.000 metros a lo alto de una montaña».

En el caso de las inundaciones en el País Valencià, como detalló el experto de la FIC, en ese momento se mezclaron dos fenómenos: el viento en superficie, causado por un anticiclón que se situaba sobre la costa valenciana, y la DANA, que venía del sureste a unos 1.500 metros de altura. Cuando el viento del anticiclón chocó con la zona de la sierra de Corbera, comenzó a ascender hasta entrar en el área de la DANA, formando tormentas.

Así, en el radar se aprecia cómo la nube de la DANA comienza a aumentar su tamaño sobre la ciudad de Alzira, se desplaza hacia el norte (empujada por el viento que viene del sureste) y se propaga hacia el interior (oeste), afectando a pueblos como Utiel o Xiva.

En un hilo en X del servicio de la Aemet en la Comunitat Valenciana se aprecia el movimiento de las zonas tormentosas.

Por otra parte, el autor del vídeo asegura falsamente que se utilizaron «pulsos electromagnéticos» para mover las nubes, y muestra otra imagen de un radar en la que se ven unas «flechas» que parecen apuntar hacia arriba.

Esas líneas se conocen como «falsos ecos», y según Paradinas Blázquez, aparecen cuando el pulso del radar choca con algún obstáculo, como puede ser una montaña, un edificio nuevo en construcción o una antena de telefonía móvil recién instalada.

Captura de pantalla de las «flechas» que muestra el usuario en el vídeo viral, hecha el pasado 11 de noviembre. (AFP)

«Es un obstáculo que está cogiendo la señal, y hay veces que esa interferencia aparece como una línea perfectamente cortada como un cono en el mapa. De hecho, si ves una animación del radar, ves cómo a medida que pasan los minutos está en el sitio, sin moverse, porque es algo estático», comentó el experto de la FIC.

Por ejemplo, en el radar de la Aemet se aprecia que el 11 de noviembre siguen apareciendo las líneas.

«No es que apunten a Valencia, es que salen de Valencia. Se forman porque el pulso del radar de Valencia choca con objetos altos y genera ecos anómalos», corroboró Tapiador.

El radar de València estuvo en funcionamiento durante la DANA

Por otra parte, el mismo vídeo viral también hablaba de «una avería» que inhabilitó los radares de Murcia y Alicante. También circularon publicaciones en redes sociales que alertaban de que el radar de Valéncia no funcionó durante la DANA.

La Aemet desmintió en sus redes sociales que el radar de València no estuviera en funcionamiento durante las tormentas, aclarando que llevaba funcionando ininterrumpidamente desde la mañana del lunes 28 de octubre.

«Un rayo dañó la línea eléctrica que lo alimenta, pero se pone en marcha en situaciones de emergencia» mediante «un sistema de alimentación alternativo provisional», añadió el organismo.

AFP ya ha verificado en otras ocasiones contenidos relacionados con la existencia de la «geoingeniería», que implica la posibilidad de manipular artificialmente el clima.

Este tipo de técnicas han sido descartadas por expertos por los riesgos que implican.

Las inundaciones provocadas tras la DANA han significado un aumento de la desinformación climática, con diversas publicaciones verificadas por la AFP.