Material soso para una final que se antoja larga y de gran desgaste físico para ambas parejas
Si ya de por sí se preveía que la final del Parejas de este domingo puede ser larga y de gran desgaste físico por el escenario –Navarra Arena–, las características del material que han tenido que elegir los contendientes parece que va a acentuar más todavía esa previsión.
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Material soso, al que le falta «un poco más de gracia», como ha indicado Joseba Ezkurdia, el que han tenido que elegir los contendientes del final de Parejas que se disputará este próximo domingo en el Navarra Arena. A las características del escenario, se les suman ahora las propias de unas pelotas que hacen presagiar un partido duro, largo y de gran desgaste físico.
La elección, a la que ha asistido apenas una decena de personas ubicadas en unas gradas que el día de la cita estarán a rebosar –se han vendido 3.000 entradas–, ha estado marcada por ese cierto descontento, más del lado de los que saltarán de rojo que de los azules, sin que llegara al enfado.
Y es que los pelotaris son conscientes de que este frontón ya de por sí desgasta más de lo acostumbrado el material, con lo que si este último tampoco sobresale en cuanto a su viveza, pues lo lógico es que el duelo pueda derivar en una lucha sin cuartel en la que la preparación física puede ser un factor que marque la diferencia.
«No me ha gustado –se ha sincerado Ezkurdia–. No son malas pelotas, pero creo que se podía poner un poco más de gracia», ha matizado. «No sé si porque llevan mucho tiempo elegidas, pero nosotros buscábamos pelotas con más chispa en el suelo, que hicieran daño, pero no salen rápidas», ha añadido.
Más moderado y comprensivo ha estado Jon Mariezkurrena sobre la cuestión. «Igual este frontón puede admitir algo más de pelota, pero en los cuadros de atrás coge bastante vuelo y se mete a rebote enseguida. Creo que el seleccionador ha querido ajustar un poco, tiene un trabajo muy difícil porque los pelotaris siempre peleamos por conseguir un poco más de pelota. En todo caso, con las elegidas estamos contentos», ha señalado el berriozartarra.
En lo que sí que han coincidido ambas parejas es en que el encuentro va a ser equilibrado, competido y con una dosis de esfuerzo que les va a llevar al límite. «Estamos mentalizados de que va a ser un partido peleado y físicamente duro. En las dos veces anteriores que nos hemos enfrentado se han visto duelos largos, duros», ha avanzado Iñaki Artola.
«Ellos son dos caballos, pero tampoco le tenemos que temer a eso, hemos demostrado durante todo el campeonato que, si se alargan los partidos, para nosotros es mejor. Físicamente, les podemos aguantar, queremos dominar y ponerles en aprietos», ha incidido su compañero Mariezkurrena.
Bombardeo
En ese sentido, Beñat Rezusta está preparado para el bombardeo que seguramente le aguarda. «Está asumido, pero sin ningún miedo especial. Tampoco me puedo dedicar a ponerla a buena, porque la siguiente vendrá más fuerte. Intentaré complicarles, meter velocidad a la pelota, moverlos y empezar a tope desde el principio», ha comentado el de Bergara.
«Más que de táctica, creo que va a depender del momento y del día que tenga cada uno. No hay mucho secreto, somos una pareja pegadora y, a priori, trataremos de forzar a los contrarios y, sobre todo, al zaguero. Procuraremos meterle ritmo al partido», ha subrayado Artola.
Ilusión frente a veteranía. Noveles en estas lides contra ya txapeldunes. Se le ha recordado a Mariezkurrena que fue con el alegiarra con quien debutó en el Parejas, allá por 2018. «Fue muy especial, era un crío que no sabía ni dónde me metía e Iñaki me apadrinó bien. No conseguimos llegar a las semifinales solo por un tanto y nos quedó un recuerdo muy bueno», ha explicado el zaguero.
Ahora les llega la oportunidad de estrenarse. «La txapela sería la guinda del pastel, pero más que una obsesión es un sueño deportivamente hablando, aunque valoramos y estamos muy satisfechos por haber llegado a la final porque hay mucho trabajo detrás», ha resaltado el delantero guipuzcoano.
Más curtidos en estas lides y con txapelas –dos cada uno– en su palmarés, Ezkurdia y Rezusta tampoco quieren perder la oportunidad de aumentar sus vitrinas, sobre todo porque quieren contradecir a aquellos que ya los habían descartado en la carrera por los títulos. «Enseguida te ponen el cartel de veterano, pero mi trabajo es entrenar y aguantar lo máximo posible ahí arriba», ha señalado Ezkurdia.
«Joseba y yo hemos pasado de los 30 años y ya escuchas ese tipo de cosas, pero estamos de nuevo en una condición tremenda y es bonito verte ahí, peleando con los mejores, después de unos años sin disputar finales. En mi caso, aunque pierda, creo que me quedaré contento con el campeonato que he realizado», ha reflejado Rezusta.
Ya solo resta esperar a que el Navarra Arena decida quiénes serán los nuevos campeones, en un duelo que se espera no solo sea trepidante en lo deportivo, sino que también se viva un ambiente de gala en el graderío, ante la expectativa desatada en estas últimas semanas.