Juan de Gaztelu

Nuevas competencias para tanto incompetente

En las últimas semanas, llevo escuchando una y otra vez como los representantes del PNV están negociando el traspaso de nuevas competencias para Euskal Herria, entre las que destacan la gestión económica de la Seguridad Social, la del ferrocarril de cercanías o la de costas. Resulta una noticia interesante que avanza en la construcción de país.

No obstante, ante tal alarde de conquista y logro que hacen gala los jeltzales, deberían preguntarse para qué sirven las competencias si luego son incapaces de gestionarlas con eficacia y en pos del beneficio de la ciudadanía.

A los hechos me remito. El señor Pradales, después de ser investido lehendakari tras las últimas elecciones, cacarea insistentemente su denodado esfuerzo por alcanzar un pacto vasco por la salud y el mejoramiento de Osakidetza. Aun así, se olvida de que su partido lleva gestionando esta cartera desde tiempos inmemoriales, y que si alguien tiene la responsabilidad de la depauperada situación por la que atraviesa Osakidetza −interminables listas de espera, falta de profesionales, excesiva carga de trabajo−, no es de la oposición ni de los sindicatos, sino suya propia y de los suyos. Y yo me pregunto, ¿Por qué ahora muestra tanta disposición al diálogo cuando durante años ha venido aplicando el rodillo de la mayoría parlamentaria para desoír las diferentes propuestas de los agentes sociales y partidos políticos de la oposición?

La gestión de la función pública y de la administración es otro tema que arrastra problemas en los últimos años. Así, las tasas de interinidad son altísimas y la temporalidad del personal es manifiesta, con la concatenación de diferentes contratos a lo largo del año. Esta inestabilidad e incertidumbre pasa factura sobre sus trabajadores y trabajadoras, que a su vez tienen que aguantar las quejas de los usuarios por la mala gestión de sus superiores.

La posición del consejero de industria en lo tocante a las fuentes de energía renovable y su empecinamiento por la proliferación de parques eólicos, a pesar de contar con informes de impacto ambiental desfavorables emitidos por las instituciones forales que sus acólitos de partido gobiernan, es otro galimatías que debe afrontar el actual lehendakari. Y suma y sigue...

Por lo tanto, sería conveniente que Manuel Pradales se deje de fotos, marketing político y propaganda y se remangue y empiece a trabajar en busca de una solución permanente a todos estos problemas y no eluda las propias responsabilidades que lleva aparejado el cargo de lehendakari.

¿O acaso le viene grande el puesto? Seguramente.

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