La dirección de Osakidetza presentó ayer los cambios que ha acordado con varios sindicatos para reforzar la transparencia de los procesos de selección de personal. Las medidas se pondrán en práctica en la siguiente OPE a celebrar en octubre. Entre ellas destaca la selección por sorteo de los miembros de los tribunales, el refuerzo de la custodia de las pruebas y la introducción del azar para determinar la prueba práctica. Medidas positivas en tanto en cuanto van encaminadas a asegurar la imparcialidad de los tribunales y la transparencia del proceso.

Los responsables de Osakidetza se esforzaron ayer en defender el sistema vigente como adecuado y en desvincular los cambios que propusieron de las irregularidades detectadas en la OPE de 2016-2017. Algo hasta cierto punto lógico, si tenemos en cuenta que desde las reformas más nimias hasta las más trascendentales, todas suelen empezar con una valoración positiva de la herencia recibida para, sobre esa base y a renglón seguido, comenzar una transformación radical de los sistemas vigentes. Es una actitud que viene a confirmar que los cambios ya no pueden esperar más y los nuevos responsables va a afrontarlos. No obstante, este impulso reformista no puede ocultar que todavía no se han investigado las irregularidades de la anterior OPE, y aunque haya ya cuatro altos cargos, incluido el anterior consejero de Salud, que han dimitido o han sido cesados, poco se ha avanzado en el esclarecimiento de lo sucedido. A lo que hay que añadir que Osakidetza mantiene algunas actitudes poco colaborativas, como personarse en la causa abierta como perjudicada, algo que la jueza encargada de la investigación, con buen criterio, ha denegado. Perjudicados, en todo caso, son los profesionales que opositaban y la sociedad vasca en general.

La crisis en Osakidetza ha explotado pero nada ha cambiado todavía. Es el momento de mantener la exigencia para que se investigue y para que se construya un sistema de selección transparente que respete los principios de acceso a la función pública. Por el bien de toda la ciudadanía.