Un toro de cartón piedra, bien acompañado por dos corredores. (Idoia ZABALETA/FOKU)
Un toro de cartón piedra, bien acompañado por dos corredores. (Idoia ZABALETA/FOKU)
Corredores sin progenitores, una rara excepción en la jornada. (Idoia ZABALETA/FOKU)
Corredores sin progenitores, una rara excepción en la jornada. (Idoia ZABALETA/FOKU)
Poniendo una mano en el astado, algo que en el futuro conllevará multa. (Idoia ZABALETA/FOKU)
Poniendo una mano en el astado, algo que en el futuro conllevará multa. (Idoia ZABALETA/FOKU)
Un morlaco se abre pasa entre la maraña de corredores. (Idoia ZABALETA/FOKU)
Un morlaco se abre paso entre la maraña de corredores. (Idoia ZABALETA/FOKU)
El abundante público sigue con interés las carreras. (Idoia ZABALETA/FOKU)
El abundante público sigue con interés las carreras. (Idoia ZABALETA/FOKU)
Los más pequeños no eran los que siempre sentían más miedo. (Idoia ZABALETA/FOKU)
Los más pequeños no eran los que siempre sentían más miedo. (Idoia ZABALETA/FOKU)
El cencerro ayudaba a los corredores a situar el peligro. (Idoia ZABALETA/FOKU)
El cencerro ayudaba a los corredores a situar el peligro. (Idoia ZABALETA/FOKU)
Un toro se lanza a por los corredores. (Idoia ZABALETA/FOKU)
Un toro se lanza a por los corredores. (Idoia ZABALETA/FOKU)
Algunos corredores han participado incluso en brazos. (Idoia ZABALETA/FOKU)
Algunos corredores han participado incluso en brazos. (Idoia ZABALETA/FOKU)
Emociones a flor de piel en el encierro txiki

Tensión, nervios, miedo y muchas risas han acompañado el desarrollo de los primeros encierros txikis de estos sanfermines, que han abarrotado la cuesta de Santo Domingo de los más pequeños y de muchos progenitores que han disfrutado tanto o más que sus vástagos con las carreras ante las astas de cartón piedra.

10 JUIL. 2018