Varias decenas de personas con carteles contrarios a ese proyecto ferroviario por el centro de la capital donostiarra, han participado en el acto de entrega colectiva de las alegaciones suscritas por unos 300 ciudadanos con el documento elaborado por Satorralaia.

Los miembros de este colectivo Mikel Ávarez y Harry Stürmer han asegurado, en declaraciones a los medios informativos a las puertas de la sede del Ejecutivo autonómico en Donostia, que a las alegaciones registradas este viernes, día que concluye el plazo para hacerlo, se suman las que han presentado de forma individual otros ciudadanos durante esta semana.

En las alegaciones, denuncian que «la ocupación de los espacios de dominio público abarcados» en este primer expediente de expropiación afecta a «bienes que son patrimonio común de toda la población», pues atañe a parcelas de equipamiento comunitario, áreas de juego, áreas verdes, plazas y calles en las áreas de Benta Berri, Pío Baroja o avenida de Zarautz.

Alegan también que las expropiaciones del Antiguo no tienen «el necesario amparo legal» debido, entre otras razones, a que «está pendiente» la decisión de la Dirección de Costas, que «condicionará la viabilidad del conjunto de la obra».

Aseguran que la pasante tampoco está recogida en el Plan Territorial Sectorial de la Red Ferroviaria, ni en los de ordenación urbana de Donostia, y agregan que el proyecto «no ha cumplido debidamente» con el proceso de evaluación de impacto ambiental.

Satorralaia pide en definitiva su paralización y un debate público que culmine con «un proceso participativo de decisión» sobre el modelo de transporte público «adecuado» para Donostia.

El colectivo opuesto a la pasante ferroviaria soterrada por el centro de la capital guipuzcoana ha presentado además en el Ayuntamiento una petición firmada por un centenar de personas en la que le emplaza a analizar y respaldar sus alegaciones.