
Eric Garner, estadounidense de raza negra, murió asfixiado y en plena calle a manos de la Policía el 17 de julio mientras gritaba «no puedo respirar» [vídeo]. Esta semana un jurado de Nueva York decidió no presentar cargos contra el policía, de raza blanca, que procedió al arresto. Ese grito de auxilio de Garner se ha convertido en el eslogan de los miles de manifestantes que protestan en EEUU contra el racismo y la impunidad policial.
El de Garner no es el único caso. Esta misma semana, el martes, un policía mató a tiros a otro joven negro que iba desarmado, se llamaba Rumain Brisbon y tenía 30 años. A estos habría que sumar el caso de Michael Brown que provocó grandes movilizaciones y disturbios en Ferguson.
Durante las últimas 48 horas miles de personas han tomado las principales ciudades estadounidenses para protestar por estos hechos y ayer 20 dirigentes de organizaciones por los derechos humanos anunciaban una gran marcha para el 13 de diciembre en Washington.
Performance de protesta realizado dos semanas después de la muerte de Garner.

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