En la ceremonia han estado presentes representantes del Ayuntamiento y del Gobierno navarro, así como miembros de la Asociación de Familiares de Fusilados (AFFNA). También han acudido parlamenatarios de Izquierda-Ezkerra y Bildu.
El panteón, que ha dado hoy cobijo a sus primeros diez restos humanos, tiene capacidad para 60 nichos. El objetivo es inhumar en él a desaparecidos que no puedan ser identificados. Olga Alcega, de AFFNA, ha destacado que los restos han tenido que esperar 78 años antes de tener una sepultura digna. Por su parte, el alcalde de Iruñea ha afirmado que el panteón ha de ser un espacio «para el reconocimiento, la reparación y el aprendizaje».
Por parte del Gobieno ha intervenido el consejero de Interior, Javier Morrás, que ha señalado que el nuevo panteón es fruto de la colaboración y un éxito de la nueva Ley de Memoria de Nafarroa, aunque ha omitido que su formación se abstuvo.
Varias decenas de personas han tomado parte en la ceremonia, en la que se han realizado ofrendas florales. El alcalde de Iruñea ha colocado una flor roja. Los familiares, ramilletes con flores moradas, amarillas y rojas.
Por parte de Bildu, el parlamentario Víctor Rubio ha señalado que el verdadero homenaje a los republicanos ejecutados «pasa por echar del Gobierno a los herederos ideológicos de quienes los mataron».