
En una tarde gélida en Elorrio, 800 personas se han reunido bajo una carpa instalada en el frontón de la plaza para recordar a dos convecinos, José Mari Aranzamendi, Katxue, y Arkaitz Bellon, que fallecieron en prisión hace dieciocho y un año, respectivamente, en Alcalá Meco y Puerto I. El acto se ha convertido en una nueva movilización contra la actual política carcelaria de los estados español y francés.
En el emotivo acto se han podido visionar cuatro vídeos en los que amigos de ambos han detallado aspectos de su trayectoria vital. Más tarde, representantes de distintos colectivos han tomado la palabra para insistir en la figura de Aranzamendi y Bellón, denunciando la causa de sus muertes. El último en tomar la palabra ha sido Jon Irazola, un elorriarra que regresó el año pasado del exilio.

Gureak, medio siglo ante una pregunta sencilla que requiere respuestas complejas

Pierde un testículo por un impacto de foam en el desalojo del gaztetxe de Errekalde

Las lesiones de Zabarte apuntan a un pelotazo de foam aunque la Ertzaintza lo niega

«Comandos Anticapitalistas de ETA», ¿ignorancia o errata intencionada de la consejera?
