La conferencia ha seguido a la obra «Las guerras correctas», que recrea la entrevista que Iñaki Gabilondo le realizó a Felipe González a principios de 1995. Al final, más que sobre la guerra sucia el acto se ha convertido en un acto versado sobre el relato, en un sentido más amplio.
«Yo sabía lo que había pasado porque me lo había dicho él», ha asegurado Ramírez, quien ha recordado cómo en 1987, en los pasillos de la Cámara Baja, el entonces jefe de Gobierno le argumentó que «lo único que tenemos que negociar, es que si nos dejan de matar, nosotros les dejaremos de matar a ellos».
«En el momento de decir eso... el señor X había confesado», ha argumentado, para después lanzar el hilo conductor de su mensaje: «gran parte de crímenes de ETA han quedado impunes. Buena parte del 11M seguimos sin saberlo. Con los GAL ha ocurrido lo mismo».
En su opinión, «hay una diferencia. Desde el Estado se montaron los crímenes de los GAL pero tan Estado como Vera o Sancristóbal fueron Garzón o Gómez de Liaño», a quienes ubica como arietes para destapar el escándalo.
En este sentido, Goioaga le ha recordado la «nula voluntad» de la fiscalía de la Audiencia Nacional española a la hora de investigar.
En su opinión, el momento actual llama a «avanzar, ver qué ha ocurrido y dar garantías de que no vuelva a ocurrir». No en términos judiciales, ha remarcado el senador abertzale, sino de reconocimiento y explicación.
En este sentido, ha recordado que el GAL no puede acotarse a lo que ocurrió entre 1983 y 1987 sino que también se extendió con organizaciones como el Batallón Vasco Español.
Por su parte, Manuela Carmena ha lamentado la tolerancia que se ha generalizado hacia el terrorismo de Estado y ha denunciado cómo los poderes de la adminsitración se tapan. «Hay una solidaridad de las instituciones. Eso lo vemos en los indultos y cada vez más ahora», ha remarcado.