Felipe de Borbón ha sido recibido con un aurresku en el exterior del Palacio Europa, donde se han escuchado pitidos, abucheos y algunos vítores, y ha atravesado luego la sala de congresos acogido por los aplausos de los asistentes.
Algunos de esos pitidos han estado protagonizados por personas que han secundado la movilización convocada por EH Bildu, concentradas con una pancarta contra la presencia del rey y al que han recibido con ikurriñas y gritos de independencia.
En su discurso, Felipe de Borbón ha asegurado que la sociedad española demanda a los juristas «compromiso con el fortalecimiento de nuestro modelo de convivencia» y con «el respeto y defensa de la Constitución y los estatutos de autonomía».
«Al defender los derechos e intereses de los ciudadanos, los abogados contribuís a la seguridad jurídica», que es «un pilar fundamental del Estado de Derecho» y «una garantía para el desarrollo de nuestra sociedad en paz, libertad y justicia».
Gratuidad de la justicia
El lehendakari ha aludido en su intervención a la relevancia de la justicia gratuita para atender a las necesidades de asistencia jurídica de «amplios colectivos sociales» que, de no existir este servicio, «no podrían ver satisfecho su derecho fundamental de acceso a la tutela judicial efectiva y a la Justicia en su más amplio sentido».
Urkullu ha criticado asimismo la judicialización de la política, que «en la mayoría de los casos» se hace «con fines partidistas de muy corto alcance».