El documento se divide en comunidades autónomas y establece un ranking en el que Nafarroa ocupa la segunda plaza, por detrás de La Rioja, a pesar de contar solo con una calidad ambiental media, ya que nadie llega a una calidad alta. Peor parada sale la CAV, en decimocuarto lugar de un total de diecisiete, con una calidad baja, lastrada especialmente por Bizkaia.
La mayor amenaza para Greenpeace es la refinería que Petronor tiene en Muskiz, definida en el informe como «el Mordor de Euskadi» por ser «un desastre ambiental para el litoral vasco y un grave peligro para la salud de las personas». Las centrales térmicas de Zierbena, Santurtzi o Boroa, las cementeras de Lemoa y Arrigorriaga, la incineradora de Zabalgarbi, la macro expansión industrial de la ría de Bilbo y del Abra, los atuneros gigantes para la «pesca destructiva» o los permisos para la prospección de hidrocarburos ante la costa de Bermeo y Elantxobe también están en la lista.
La térmica de Castejón y la cementera de Olatzagutia lideran el apartado negativo en lo referente a Nafarroa, donde también se destaca la especulación inmobiliaria en Eguesibar y los permisos para el fracking. Este último punto se repite como único punto negro en Araba, mientras que en Gipuzkoa se cita solamente la cementera de Añorga, una vez paralizados el superpuerto de Pasaia y la incineradora de Zubieta.
Importancia de la movilización social
En el capítulo de impactos positivos, Greenpeace destaca la implantación del sistema de recogida puerta a puerta en numerosos municipios de Gipuzkoa y Nafarroa, lo que ha permitido elevar los niveles de recogida selectiva y reciclaje. También se destaca la gran oposición social y política a la utilización del fracking –así como contra la energía nuclear, los transgénicos o la incineración, entre otros– al tiempo que se aplaude el desarrollo de las energías renovables en Nafarroa.
El informe también resalta los numerosos espacios naturales protegidos, más de un tercio del total del territorio, así como la gestión forestal en Nafarroa.
En sus conclusiones, la organización ecologista destaca que a la ciudadanía de estos herrialdes «le importa el medio ambiente y se moviliza para defenderlo»; que «hay dirigentes, sobre todo a nivel local, que anteponen la defensa del medioambiente a los intereses privados»; y que «algunos territorios se adelantan al resto y ponen freno a los ataques al medio ambiente».
En el lado contrario, alerta de que «el precio de algunos negocios no sólo lo paga el medio ambiente, sino también la salud de la ciudadanía», que «detrás de numerosos ataques al medio ambiente hay casos de corrupción y política empresarial, y que «el dinero de todo el mundo termina a menudo en las manos de quien lo usa para enriquecerse y destruir el medio ambiente».