Las fuerzas de seguridad de Gran Bretaña arrestaron ayer en Londres al militar ruandés Emmanuel Karenzi Karake, reclamado en el Estado español por «genocidio y crímenes de guerra», así como por la muerte de tres cooperantes de la ONG Medicus Mundi.

Scotland Yard ha confirmado que Karake, de 54 años de edad, ha sido detenido según una orden de arresto europea, al tiempo que ha apuntado que permanecerá bajo custodia hasta el 25 de junio.

En 2008, el juez de la Audiencia Nacional española Fernando Andreu acusó a Karake y a otros 40 altos y exaltos cargos militares de Ruanda por delitos de «genocidio, crímenes de lesa humanidad y terrorismo».

En su auto hacía mención a que en la década de los noventa más de cuatro millones de ruandeses fueron asesinados o desaparecieron «en el marco de un plan de exterminio por razones étnicas y políticas». Asimismo, recuerda la invasión de la República Democrática del Congo. Las víctimas, en su mayoría, eran refugiados hutus ruandeses y población civil congoleña, también de la misma etnia.

Ante ello, el ministro de Justicia ruandés, Johnston Busingye, ha afirmado que ya han pedido explicaciones. «Responderemos en los tribunales. Hemos pedido una explicación a Reino Unido sobre este tema». Del mismo modo, ha asegurado que se trataba de «una detención política».