La CUP ha celebrado un acto en Celrà en el que ha reafirmado su apuesta por la desobediencia frente a la Audiencia Nacional si sigue adelante con su investigación sobre diversos consistorios catalanes que apoyaron la declaración de desconexión del Parlament, que fue anulada por el Tribunal Constitucional, que amenazó a 21 cargos públicos catalanes.
Bajo el lema ‘Independencia es desobediencia'’, la formación soberanista ha informado del resultado de una reunión para hacer frente a «la ofensiva judicial del Estado». En el acto ha tomado la palabra el diputado de la CUP en el Parlament Benet Salellas, acompañado de las también diputadas Anna Gabriel y Julià de Jòdar.
«Desobediencia, república e independencia: hoy este es nuestra única hoja de ruta», ha subrayado Salellas. «No responderemos a los requerimientos de la Audiencia Nacional porque es un órgano que ya no reconocemos», ha añadido.
El alcalde de Celrà, Dani Cornellà, flanqueado por decenas de cargos electos de la CUP, ha expresado por su parte que volverán a aprobar la moción «tantas veces como sea necesario porque en Celrà manda el pueblo, no la Audiencia Nacional». Así, ha defendido que el proceso soberanista ya no tiene marcha atrás: «Hemos iniciado el proceso hacia la plena independencia, y nadie nos apartará de este camino mientras el movimiento popular sea al frente defendiéndolo». En esta línea, ha subrayado que la Audiencia Nacional española es «una institución ilegítima, anacrónica y heredera del Tribunal de Orden Público franquista».