El juez que ha investigado los supuestos abusos sexuales denunciados por un antiguo alumno del colegio Gaztelueta en Leioa ha dictado un auto en el que resuelve imputar a un antiguo profesor del centro y remitir el caso a la Audiencia de Bizkaia para la apertura de juicio oral.
Después de haber tomado declaración a la familia de la víctima, que en el momento de los hechos tenía 12 años y ahora es mayor de edad, y a los testigos, así como sobre la base de los informes periciales, el magistrado del Juzgado de Instrucción número 5 de Getxo ha resuelto imputar por un delito continuado de abusos sexuales al profesor del colegio perteneciente al Opus Dei.
Ahora las partes tienen unos días para recurrir ese auto y, si no lo hacen, el juez remitirá el caso al tribunal provincial para que sea juzgado.
Según explica a las familias del centro el director del colegio, Imanol Goyarrola, a través de su web, «finalizada la instrucción del caso contra el antiguo profesor del colegio ha decidido elevarlo a la Audiencia Provincial y abrir un juicio que determine la veracidad de los cargos».
Asimismo, Goyarrola recuerda que el colegio «siempre» ha defendido «la necesidad de poner todos los medios para llegar a la verdad de este asunto, dentro del ámbito judicial, y fuera de interferencias mediáticas», al tiempo que reitera su ˜absoluta disponibilidad para colaborar con todas las instituciones pertinentes».
El caso se hizo público en enero de 2013, cuando el padre de la víctima explicó en varios medios los abusos que había sufrido el menor en su centro escolar y la falta de una respuesta oportuna por parte del colegio, donde «lo negaron todo, porque quieren tapar la mala imagen del centro», reprochó entonces el padre.
Según relató, los presuntos abusos sexuales por parte del profesor, que es laico, se cometieron en los cursos 2008-09 y 2009-10, cuando el niño cursaba primero y segundo de Enseñanza Secundaria y tenía 12-13 años.
La familia decidió no llevar el caso a los tribunales hasta que el estado anímico del joven le permitiese afrontar un proceso legal, y de esa manera esperó hasta junio del año pasado para presentar una querella en un juzgado de Getxo, cuando el chico ya era mayor de edad.