Los presos vascos encarcelados en Sevilla II, a 1.000 kilómetros de distancia de Euskal Herria, remitireron una carta a los miembros de la comisión de Interior del Senado español que visitaron recientemente la cárcel. La misiva, sin embargo, nunca llegó a sus destinatarios. El senador de EH Bildu, Jon Iñarritu, se ha dirigido al presidente de la comisión, Sebastián González (PP) para que se dirija a los responsables del centro penitenciario y reclame el escrito.
El documento fue remitido por los prisioneros vascos a través de una instancia antes de la visita de la comisión, celebrada el 23 de enero. Al mismo tiempo, Iñaki Arakama y Rufino Arriaga solicitaron una entrevista con Iñarritu, que formaba parte de la expedición. El día de la visita, el encuentro no pudo celebrarse, pese a la insistencia del senador abertzale.
Los responsables de Instituciones Penitenciarias argumentaron, en un primer momento, que al estar en aislamiento no podrían recibir visitas. Después cambiaron su versión y aseguraron que los presos habían pedido tarde el permiso. Paradójicamente, los representantes de otras formaciones, como Elkarrekin Podemos, sí que pudieron encontrarse con presos sociales.
Iñarritu ya ha pedido a Instituciones Penitenciarias explicaciones sobre quién dio la orden de impedir la reunión y por qué. Ahora también quiere saber qué fue de la carta redactada por los presos vascos. Unos prisioneros que ni siquiera tuvieron constancia de la visita el día que se produjo y que terminaron enterándose por la prensa, días después.