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Escocia celebrará el segundo referéndum entre otoño de 2018 y primavera de 2019

La premier escocesa Nicola Sturgeon ha anunciado que el Parlamento de Edimburgo comenzará la próxima semana con el procedimiento necesario para convocar el segundo referéndum de independencia. La consulta se podría celebrar entre otoño de 2018 y primavera de 2019. 

Nicola Sturgeon ha anunciado que el Parlamento escocés trabajará en el segundo referéndum desde la semana que viene.
Nicola Sturgeon ha anunciado que el Parlamento escocés trabajará en el segundo referéndum desde la semana que viene.

La larga espera espera ha llegado a su fin, pero la batalla no ha hecho más que empezar: Escocia votará por segunda vez sobre su futuro político como nación independiente en Europa. Lo ha anunciado la primera ministra del país, Nicola Sturgeon, en una rueda de prensa ofrecida esta mañana en Bute House, su residencia oficial.

La posibilidad de la convocatoria de un nuevo referéndum era una opción real desde que los británicos decidieron dejar de ser miembros de la Unión Europea, con la mayoría de escoceses votando por la permanencia. Desde entonces, Sturgeon ha puesto sobre la mesa, una y otra vez, propuestas para que la voz de los escoceses sea escuchada y su deseo concedido.

Pero la premier escocesa ha dejado claro que todos sus intentos de acercamiento a Theresa May, primera ministra británica, han sido en balde, por lo que no ha tenido más opción de convocar el segundo referéndum de independencia, que se celebrará entre otoño de 2918 y primavera de 2019. Sin precipitarse pero antes de que sea demasiado tarde, según ha apuntado Sturgeon.

Será el propio Parlamento de Holyrood, de mayoría independentista, quien decida para cuándo convocar el referéndum mediante un proceso que arrancará la próxima semana. Se presupone que verdes y nacionalistas se pondrán de acuerdo para exigir a Westminster los poderes necesarios para convocar la consulta.

No obstante, todo parece indicar que May tratará de posponer lo máximo posible la celebración de la misma, ya que sería un hándicap importante para una administración que cuenta con dificultades para afrontar las negociaciones del Brexit.

«Podría no hacer nada y dejar el futuro de Escocia en manos del destino. Pero, como hasta ahora, he decidido tomas las riendas de la situación y proponer un plan para proteger los intereses de mi país», ha sentenciado Sturgeon.

Las encuestas dan empate

El movimiento independentista escocés ha vivido hasta ahora de encuestas, encuestas que se alzan a las primeras páginas de los diarios cada vez que se publican.

En 2014, la mayoría de escoceses optó por seguir ligado políticamente a Londres, y la tendencia se ha mantenido en un 45-55 hasta hace poco. Ha sido May, con sus intervenciones, quien ha dado el empujón necesario a la apuesta independentista, que tras la última encuesta se situaba casi a la par: 48-52.

Con más de un año por delante para convencer a los todavía unionistas, todo parece indicar que el Gobierno escocés tratará, sobre todo, de seducir a los ciudadanos residentes en Escocia pero de origen europeo (que tendrán derecho a voto) y a la masa que votó en contra de la independencia en 2014 temerosa de quedarse fuera de la Unión Europea.