Los manifestantes han marchado por la avenida de Whitehall hasta la verja que conduce al número 10 de Downing Street, residencia de May y sede del Gobierno, a la que no puede acceder el público.
«May tiene que marcharse», «Justicia para Grenfell» y «Sangre en tus manos» son algunos de los mensajes que han coreado los presentes, que han sido vigilados por un cordón policial.
Paralelamente, decenas de personas siguen congregadas enfrente de la torre Grenfell para protestar por la pobre respuesta recibida del Gobierno y del Ayuntamiento de Kensington y Chelsea, encargado del mantenimiento del bloque de 24 plantas de propiedad municipal. Un grupo de personas también ha irrumplido en el Ayuntamiento de Kensington y Chelsea.
Asimismo, decenas de personas han participado en una sentada en Oxford Circus.
Los víctimas del incendio, en el que han muerto al menos 30 personas y se esperan muchas más víctimas, acusan al consistorio de mayoría conservadora de haber desoído durante años sus quejas sobre las insuficientes medidas de seguridad y contra las llamas de la torre.
También reprochan a May haber desatendido a las víctimas, pues en su primera visita, ayer, al lugar de los hechos solo se entrevistó con los servicios de emergencia, para decepción de los cientos de damnificados.
May visitó hoy a algunos afectados refugiados en la iglesia local de Saint Clement, pero volvió a evitar a la multitud congregada en el exterior, que la llamó «cobarde».
La primera ministra, que está en una posición frágil tras perder la mayoría absoluta en las elecciones del 8 de junio, anunció hoy que se destinarán 5 millones de libras (5,7 millones de euros) a facilitar ayuda de emergencia a las víctimas del incendio