El donostiarra Mikel Irastorza abandonó anoche la prisión de Fleury-Merogis, donde fue encarcelado tras su arresto en Azkaine el pasado mes de noviembre.
Irastorza, que ha quedado en libertad condicional a la espera de juicio, llegado alrededor pasadas las 13.30 a la estación de Baiona, donde ha sido recibido por decenas de personas.
En aquella operación, desarrollada por la Policía francesa en colaboración con la Guardia Civil, también fueron detenidos Denise y Xabier Arin, propietarios de la vivienda en la que localizaron al donostiarra, quienes quedaron en libertad con cargos.
Con el tono habitual tras este tipo de operaciones, el ministro español de Interior, no tardó en calificar la operación de «duro golpe» a ETA. Insistentemente desde fuentes policiales se habló de Irastorza como máximo dirigente de la organización clandestina y se le situó al frente de su «aparato logístico militar».
La redada se produjo apenas una semana después de que la organización vasca diera a conocer su disposición a asumir «nuevos compromisos» y denunciara las trabas al desarme, finalmente culminó el pasado 8 de abril en Baiona con notable implicación de la sociedad civil.