RETRATO DE EEUU AL RITMO DEL «canine freestyle»
¡Danzad, danzad, malditos!
País singularísimo, capaz de lo mejor y lo peor, es indudable que Estados Unidos muestra un entusiasmo inagotable en cualquier cosa que haga, siempre entre el horror y el espectáculo, entre lo atávico y la vanguardia más avanzada. En contraste con la gravedad de los asuntos a los que debe hacer frente la nación, el «musical canine freestyle» ilustra perfectamente hasta qué punto el ocio ocupa un papel central en la vida diaria de los estadounidenses.