Martxelo DÍAZ
IRUÑEA
Elkarrizketa
PAUL BILBAO
SECRETARIO GENERAL DE KONTSEILUA

«Queremos mostrar el trabajo por el euskara en Nafarroa»

El Anaitasuna acogerá mañana un acto organizado por Kontseilua en el que, por un lado, se quiere mostrar el esfuerzo realizado para que el euskara haya avanzado en Nafarroa pese a todas las trabas y, por otro, se quiere reclamar un cambio radical en la política lingüística del Gobierno navarro.

Kontseilua ha organizado para mañana en el pabellón Anaitasuna de Iruñea (18.30) un acto en el que se quiere hacer gala del trabajo realizado a favor del euskara en Nafarroa en los últimos años y reclamar un cambio en la política lingüística.

¿Cuál es el objetivo que se ha marcado Kontseilua a la hora de organizar este acto?

Tiene dos vertientes, la festiva y la reivindicativa. Cuando hablamos de la situación del euskara en Nafarroa siempre lo hacemos con un tono negativo, teniendo en cuenta, evidentemente, la política lingüística tan brutal que ha llevado a cabo el Gobierno de Navarra en contra del euskara y en contra de los derechos de los vascohablantes. Eso es cierto, pero también es cierto que en los últimos años, desde euskalgintza o desde la propia ciudadanía, se ha mostrado con ahínco ese deseo de vivir en euskara. Incluso con esas políticas tan brutales se han creado nuevos medios de comunicación, se siguen ofreciendo clases de euskara para los adultos, en las ikastolas se siguen atendiendo todas las necesidades, en la escuela pública incluso con las amenazas del PAI y del TIL se ha conseguido que el modelo D vaya adelante...

Creemos que también hay que tener todo eso en cuenta. Hay que destacar que ese deseo de querer vivir en euskara nos ha traído a la situación en la que nos encontramos actualmente en Nafarroa. Claro que no es la situación ideal, porque en cualquier proceso de normalización lingüística de cualquier lengua normalizada hay cuatro columnas. Hace falta un corpus jurídico adecuado y en Navarra no existe. Tenemos una ley que discrimina a la ciudadanía según el lugar en el que vive a la hora de reconocer los derechos lingüísticos. Hace falta también una planificación. El Gobierno de Navarra nunca ha puesto en marcha un plan para euskaldunizar la propia Administración, aunque es cierto que su política lingüística contra el euskara sí que ha estado planificada. Pero no ha habido planificación para la normalización lingüística. La tercera columna son los recursos. Para normalizar una lengua hace falta invertir. Y digo invertir, no gastar. El Gobierno de Navarra ha ido disminuyendo las ayudas al euskara.

Y luego está la cuarta columna, que es lo que vamos a representar mañana en el Anaitasuna, que es el deseo social, que ha sido fuerte. Queremos reflejar que ese deseo social tiene que ser capaz de crear esas otras tres columnas y que sean firmes.

En los últimos días han difundido el mensaje de que el cambio en Nafarroa debe suponer también un giro en la política lingüística.

Por supuesto. En los últimos meses, e incluso años, se percibe en la sociedad navarra ese deseo del cambio. Tenemos muy claro que si en Nafarroa va a haber un cambio real, ese cambio también tendrá que pivotar en una política lingüística nueva. Por ello, queremos dejar claro, y lo haremos mañana en el Anaitasuna, cuál es el camino que se debe tomar para llegar a un cambio real. Queremos subrayar que cualquier poquita cosa que se haga en Navarra se va a notar como algo favorable al euskara, teniendo en cuenta qué ha hecho hasta ahora el Gobierno. Pero si estamos hablando de cambio en mayúsculas, necesitamos darle la vuelta a la política lingüística, no nos sirve solo la cosmética.

Me viene a la cabeza la modificación de la Ley del Vascuence para equiparar las exigencias para acceder a la enseñanza en euskara en la «zona no vascófona» a las de la mixta. Supone un alivio para ciertos sectores, pero no va a la raíz del problema.

Así lo valoramos. Es cierto que fue un cambio positivo y que costó mucho. Incluso en esta legislatura, han tenido cuatro años para propiciar ese cambio. Pero se ha hecho justo al final de la legislatura, con lo que eso conlleva, como que sea casi imposible aplicarlo en el próximo curso escolar. ¿Cómo no vamos a valorar positivamente este cambio viendo los kilómetros que hacer los críos y crías en la llamada zona no vascófona para poder ser educados en euskara? Es un alivio, evidentemente. Pero cuando hablamos de cambios, nos referimos a cambios estructurales. Porque si no, son cambios débiles. La modificación de la ley a la que se refiere dejó en manos del Gobierno decidir cómo se va a ejecutar ese cambio. El Gobierno decide qué ratios va a haber en la «zona no vascófona». Creemos que todo eso hay que blindarlo. Y el blindaje en el corpus jurídico es una nueva ley que, además, se desarrolle con decretos adecuados.

Volviendo al acto de mañana, han subrayado que no va a ser algo parecido a un mitin, sino que va a primar la emoción.

Sí. Es importante mostrar que no hablamos solo de estadísticas sino de emociones. Poder juntar a la gente que en los últimos años ha trabajado, ha sudado, para que el euskara vaya adelante en Nafarroa es muy importante. A esas personas no se les sacia dándoles un par de datos. Queremos hacer un ejercicio colectivo de reconocer lo que hemos hecho durante estos años, transmitir toda esa energía positiva y que la ciudadanía sea la protaganista en el Anaitasuna. Buscamos que al día siguiente sean los altavoces de lo que se ha recogido aquí y lo transmitan en su entorno.