El Consejo de Seguridad Nuclear ha acordado el aplazamiento de los asuntos relativos a la central de Garoña y al Almacén Temporal Centralizado (ATC) de residuos de alta actividad, que tenía previsto abordar ayer.

Su aplazamiento a una próxima reunión, cuya fecha no se concreta, se produce poco después de que formaciones como Equo y organizaciones ecologistas denunciaran que durante el pleno de ayer este organismo quería volver a poner en marcha el proceso de reapertura de la central. Garoña es el reactor nuclear más antiguo del Estado español. Sobre este asunto, el ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, consideró «un lujo» prescindir de la energía nuclear. «Si el Consejo establece determinadas condiciones, la exigencia de determinadas inversiones y ese operador –Garoña– las cumple, la central podrá seguir abierta y operando. De lo contrario, no», añadió. El PSOE presentó ayer en el Congreso una iniciativa para que el Gobierno en funciones no pueda decidir sobre reabrir la planta burgalesa.

El Foro Contra Garoña, por su parte, calificó de «inadmisible» que se quiera reabrir esta central «obsoleta, contaminante, de combustible caro y escaso y, sobre todo, nada segura» y recordó que tras el accidente de Fukushima el Gobierno japonés ha tenido que gastar 500.000 millones de euros para hacer frente a los daños producidos. LAB también denunció que se antepongan los beneficios empresariales a la salud, la seguridad y el medio ambiente, y reafirmó su apuesta por el desmantelamiento de Garoña.