Abian plantea cambios de enfoque y estructuras para acelerar el proceso
Profundizar en la unilateralidad, desencadenar un proceso popular independentista y dotarle de un novedoso liderazgo colectivo son algunas de las recetas del documento base del proceso Abian. Serán ahora debatidas y votadas por la militancia de la izquierda abertzale, aunque sus propuestas van bastante más allá de este sector político.
Seis años después de la resolución ‘‘Zutik Euskal Herria’’, esta línea se refuerza ahora con el proceso Abian, corrigiendo errores y carencias e incorporando enseñanzas de estos años y elementos nuevos surgidos en el camino, tanto en los avatares políticos como en los modos sociales. Tras un «proceso de escucha» que ha implicado a 9.000 personas, ya está listo el documento de base para la discusión y votación en asambleas locales. Lo presentaron ayer Igor Arroyo y Marije Fullaondo, en representación del grupo que dinamiza Abian, y en las siguientes páginas se ofrecen algunos extractos significativos de sus 45 páginas, que en cualquier caso no agotan una reflexión extensa e intensa.
Arroyo y Fullaondo quisieron remarcar una idea central, que de hecho será la primera en someterse a votación: la apuesta por un «proceso popular independentista», de carácter amplio y plural para ser ganador. Parte de la premisa de que los estados no tienen una oferta para Euskal Herria, por lo que el avance unilateral es la única vía. Ello tiene claras implicaciones a todos los niveles, incluido el organizativo. El documento base no solo apoya que EH Bildu dé paso a un «frente amplio» y lamenta que muchas veces se haya equiparado a la izquierda abertzale, sino que lanza la idea de una «dirección colectiva» más amplia que lidere ese proceso. «El bosque de la independencia no se construirá desde un solo tronco, sino desde muchos troncos», es la significativa frase final del texto.
Dentro de la izquierda abertzale también se proponen nuevos modos de organización, democráticos, horizontales y mucho más transparentes, con ideas concretas como la de poner las actas de las reuniones a disposición de la militancia.
La recuperación e impulso de la unilateralidad es otro subrayado continuo. La pérdida de fuelle del cambio de ciclo iniciado en 2011, y con él también de la propia izquierda abertzale, se liga en parte a esa cuestión. En uno de los párrafos se apunta gráficamente que fue un error limitarse a «surfear la ola» entonces levantada y no se entendió que había que seguir creándolas una y otra vez.
El documento hace una intensa autocrítica de la falta de desarrollo de muchos aspectos de ‘Zutik Euskal Herria’. El objetivo de este debate es «incorporar una sexta marcha a aquel cambio de estrategia», dijeron Arroyo y Fullaondo.
Con el texto en la mano, ahora se entra en la fase decisoria, que tendrá tres botes en las asambleas locales (no habrá un cónclave general). En una primera se debatirá y votará la tesis general; será del 27 de febrero al 5 de marzo. En la segunda, del 12 al 19 de marzo, se analizarán y decidirán el proyecto político o el funcionamiento de la izquierda abertzale, entre otras cosas más concretas. Además, habrá ocasión aquí de plantear aportaciones o alternativas. En el caso de que se propongan estas últimas y venzan en el 5% de las asambleas o esas asambleas supongan el 5% de la participación total, serán sometidas a votación ya en todo el conjunto de reuniones, confrontándolas con el planteamiento oficial. Tras esta tercera votación ya solo quedará refundir las conclusiones, darlas a conocer y por supuesto ponerlas en práctica.
Cada participante en las asambleas tendrá un voto y los presos y exiliados también podrán trasladar su opinión a través del voto delegado. La línea aprobada en este debate se trasladará luego a Sortu, LAB, Ernai... en sendos congresos.