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BERLÍN

Aumenta la tensión entre Ankara y Berlín tras el arresto de activistas

Tras el arresto la pasada semana de un activista alemán y de otras cinco personas, entre ellas la directora de Amnistía Internacional en Turquía, el ministro de Exteriores, Sigmar Gabriel, advirtió de que no puede garantizar la seguridad de los ciudadanos y de las empresas alemanas en Turquía y anunció que revisará las ayudas de la UE a este país.

El ministro alemán de Exteriores, Sigmar Gabriel, endureció ayer el tono hacia Turquía tras la detención el pasado día 12 en Estambul de seis activistas, entre ellos el alemán Peter Steudtner y la directora de Amnistía Internacional en Turquía, Idil Eser, mientras realizaban un taller sobre seguridad informática y derechos humanos.

Este miércoles, el Ministerio de Exteriores alemán trasladó a Ankara a través del embajador turco en Berlín su «indignación» por esas detenciones y exigió su inmediata liberación.

«Steudtner no era un experto en Turquía, nunca escribió sobre Turquía, no tenía contactos con la plana política... y nunca compareció como una voz crítica», subrayó Gabriel, que ha suspendido sus vacaciones por esta nueva crisis con Turquía.

Anunció que pedirá a sus socios de la UE revisar las ayudas que Turquía recibe de Bruselas como país candidato a la adhesión. «Necesitamos que nuestras políticas hacia Turquía vayan en una nueva dirección. No podemos continuar como hasta ahora, debemos ser más claros de lo que hemos sido para que los responsables en Ankara entiendan que tales políticas tienen consecuencias», añadió.

Advirtió también a las empresas alemanas de que «nadie puede aconsejar inversiones en un país cuando no hay seguridad jurídica y cuando se acusa a empresas inocentes de estar cerca de organizaciones terroristas (...) No veo cómo podemos seguir garantizando las inversiones de empresas en Turquía».

El miércoles, el semanario “Die Zeit” reveló la existencia de una «lista negra» elaborada por el Ejecutivo turco con 68 empresas alemanas, entre las que se incluyen desde grandes consorcios como Daimler y BASF hasta pequeños comercios de comida rápida o particulares. Ankara acusa a estas compañías de tener vínculos con el clérigo Fethullah Gülen, exiliado en EEUU.

Según el Gobierno alemán, hasta la fecha han sido detenidos en Turquía 22 ciudadanos alemanes en relación al intento de golpe de Estado de hace un año. Nueve de ellos permanecen en prisión, entre ellos el corresponsal turco-alemán del diario germano “Die Welt” Deniz Yücel.

Por ello, Berlín endurecerá los consejos a los ciudadanos que quieran viajar a Turquía. «El caso Steudtner muestra que los ciudadanos alemanes no están a salvo de detenciones arbitrarias», destacó en su alocución de ayer el titular de Exteriores.

La canciller Angela Merkel respaldó la postura de Gabriel y consideró «imprescindibles y necesarias» las medidas anunciadas «vista la situación».

El portavoz de Erdogan replica a Gabriel que «los inversores en Turquía están seguros»

Ankara condenó ayer «firmemente» la afirmación del ministro de Exteriores alemán de que los ciudadanos de este país no pueden sentirse seguros en Turquía y de que las empresas germanas corren riesgos por la ausencia de seguridad jurídica. «Hemos expresado que los inversores alemanes en Turquía están seguros. Hay miles de empresas alemanas. ¿Se ha investigado alguna hasta hoy? No tenemos ningún problema con los ciudadanos alemanes. Queremos que vengan más turistas, son nuestros huéspedes», subrayó el portavoz de la Presidencia turca, Ibrahim Kalin, en una rueda de prensa transmitida en directo por la emisora NTV.

«Pero, ¿quiénes son las investigadas por la Justicia? Son personas que según las comprobaciones de la Policía estaban realizando actividades ilegales. Meterlos en el mismo saco que a los demás ciudadanos es una irresponsabilidad política», incidió Kalin. La Fiscalía los acusa de «colaboración con organizaciones terroristas» por, supuestamente, enseñar cómo encriptar información en aparatos electrónicos.GARA