Independencia, meta especial para la población costera escocesa
El debate por la independencia está centrado en el cinturón central de Escocia, dibujado entre Glasgow, Edimburgo y Dundee. Sin embargo, las poblaciones alejadas de las grandes ciudades también van a jugar un papel para una independencia que será específica para ellos
A grandes rasgos, las necesidades principales de las pequeñas poblaciones escocesas no cambian. Pese a ello, la realidad es distinta, y las demandas específicas no tienen nada que ver con las de las grandes ciudades del centro del país. De hecho, el Ejecutivo de Alex Salmond ha ofrecido un aumento de poderes para Shetland, Orkney y las Islas Occidentales, en caso de que un voto afirmativo se imponga el próximo 18 de setiembre.
El Parlamento de Edimburgo prometió, entre otras cosas, entregar el 100% de los ingresos netos de arrendamiento de los fondos marinos de sus costas a la isla norteña. Hoy en día, Escocia representa el 87% del valor total de los desembarques en Gran Bretaña, mientras que solo recibe el 41% del fondo europeo para la pesca de la isla, algo vital para toda la costa escocesa.
«Necesitamos la independencia por lo mismo que el resto de Escocia: democracia y equidad», asegura Brian Nugent, portavoz de Yes Scotland en las Islas Shetland. Sin embargo, este archipiélago, situado al norte de Escocia, cuenta con un estatus especial y una independencia se podría reflejar con una mayor autonomía. «Debemos renegociar las políticas de pesca común», defiende el portavoz independentista. Las islas, mediante la independencia podrían negociar un estatus especial dentro de la UE.
El equipo de Salmond, en otro punto, aseguró que tienen previsto poner en marcha un proyecto para mitigar los efectos negativos de las actividades del gas y el petróleo de la zona. Tavish Scott, parlamentario liberal-demócrata por Shetland, calificó la medida propuesta desde Edimburgo como «un soborno electoral».
Ante la amenaza unionista de quedarse fuera del club europeo, consideran que el veto responde más a una cuestión estratégica que a una realidad: «La decisión es de 28 países miembros, pese a que están presentando al Estado español como un hombre del saco que impediría nuestra entrada por intereses propios», defiende Nugent.
Más allá de la pesca, la población del norte de Escocia tiene en la ganadería el pasado, presente y futuro de sus vidas. Pese a que se ha tratado de amedrentar al votante haciéndole creer que el país no será viable de forma independiente, la realidad muestra lo contrario. El país caledonio es una tierra exportadora.
Un estudio realizado por Business for Scotland apunta que, además de las exportaciones de petróleo y gas, Escocia es un 100% autosuficiente en verduras, 130% en lácteos, 160% en carne, 600% en trigo y pesca y 1500% en cordero y pescado de mar.
Pese a ello, son muchos quienes consideran que el beneficio que reciben está muy alejado de estas cifras. De esta opinión es Nathan Edwarson, miembro de Farmers for Yes (Granjeros por el Sí). «La principal razón para exigir políticas distintas a las de Londres es que Escocia tiene necesidades y prioridades agrícolas muy distintas al resto del Reino Unido», asegura el granjero de Arisaig, en la costa oeste del país.
Ayudas de la UE
Edwarson tampoco se plantea quedar fuera de la UE, algo considerado vital, sobre todo, al norte del país del Alba. «No ser miembro independiente nos ha costado más de 100 millones de libras en subvenciones». De hecho, una partida de 230 millones para invertir en la agricultura escocesa aprobada por Bruselas, fue rechazada y redirigida por Westminster a diversos asuntos.
A día de hoy, Escocia recibe los pagos directos agrícolas más bajos de todos los Estado miembro del club europeo, a excepción de Estonia y Letonia, que estarán por encima a partir de 2019.
Son muchos quienes reniegan tanto del centralismo de Londres, como del de Edimburgo. Se ven alejados de la metrópoli y entienden que la independencia debe acercar el poder y los recursos a aquellos que los trabajan. No son poblaciones que puedan dar un gran vuelco a los sondeos, ya que la mayor parte del país vive en el cinturón central que une Glasgow y Aberdeen, pasando por Edimburgo y Dundee. Pero la participación y la convicción de cambio ha llegado hasta las tierras más alejadas de una forma que la política jamás había alcanzado.
Salmond: «La pesca es nuestra prioridad»
En un acto celebrado en el mercado de pescado de Peterhead, en el noreste del país, el ministro principal Alex Salmond aseguró que la pesca será «una prioridad» en una Escocia independiente «y no reemplazable como para Westminster».
La pesca es una parte importante de la economía escocesa, con una contribución de 550 millones de libras anuales. «Solo con la independencia la pesca se beneficiará de una mayor influencia y una mejor representación», aseguró el premier caledonio. Y es que, la representación directa en la Unión Europea se está presentando como una oportunidad única para los pescadores del norte de la isla. «Un voto afirmativo nos dará la oportunidad de negociar un reparto más justo para Escocia en los presupuestos pesqueros», añadió Salmond. «Las prioridades de Escocia, de esta forma, serían defendidas por los escoceses», finalizó el líder del SNP. A.A.