La recogida de residuos no reciclables en Gipuzkoa se ha reducido de manera sostenida desde 2007 y ha pasado de 276.000 toneladas ese año a 171.830 en 2014, lo que a juicio del diputado foral de Medio Ambiente, Iñaki Errazkin, demuestra la «inviabilidad» de la incineradora proyectada en Zubieta durante la anterior legislatura. Errazkin destacó ayer en rueda de prensa el aumento «espectacular» de la recogida de materia orgánica doméstica destinada al compostaje, que durante el pasado ejercicio fue de 25.362 toneladas frente a las 383 de 2008 y las 5.954 de 2011. Esta tendencia, afirmó, deja las previsiones del equipo anterior «totalmente desfasadas».

El titular de Medio Ambiente señaló que en 2008 se planificó una incineradora para quemar 260.000 toneladas de la llamada fracción resto que, de haberse construido, estaría «sobredimensionada» en un 35%, aunque esa cifra sería mucho mayor -hasta un 400%- con la utilización de la planta de TMB en 2016. Se preguntó, por tanto, «qué base» tienen ahora «las críticas mordaces» de PNV y PSE. «Ellos mismos reconocen que el proyecto está sobredimensionado, y ni siquiera son capaces de concretar qué capacidad debería tener una incineradora en Gipuzkoa», precisó.

La mitad de coste

Las cifras, consideró, demuestran que el Gobierno foral va «por buen camino» y que la oposición debería plantear alternativas. «Estamos dispuestos a debatir y llegar a acuerdos -enfati- zó-; o decís que vosotros haríais el proyecto de incineradora de Zubieta o, en caso contrario, reconoced que hicimos lo correcto cuando rescindimos el contrato», emplazó al PNV y al PSE. Recalcó que la red de infraestructuras que la Diputación ha diseñado costará la mitad que el proyecto que incluía la incineradora de Zubieta y que próximamente informarán sobre qué planes tienen para financiarla.

Errazkin cree que la oposición está utilizando este asunto «únicamente para desgastar» al gobierno de Bildu, que según explicó cuenta con «otras opciones» si los vecinos de Zestoa rechazaran en referéndum la instalación del depósito de residuos inertes en su municipio, aunque no detalló cuáles.

Por otro lado, el titular de medio Ambiente restó importancia a las protestas de vecinos de Funes por la llegada de residuos de Gipuzkoa a su localidad. Aseguró que esas operaciones cuentan con la licencia correspondiente, que el Gobierno de Nafarroa ha efectuado inspecciones y apuntó que «no hay ninguna irregularidad». Además, recalcó que se trata de materia orgánica destinada al compostaje y por lo tanto no se trata de «basura».

Errazkin criticó también «el alarmismo que se ha creado de manera deliberada» sobre la vigencia del vertedero de Lapatx, en Azpeitia, ya que tiene un margen de cuatro a cinco años para su cierre.