David Pina
Alternatiba

Emergencias de Araba, ni adecuadas ni suficientes

Con relación a las críticas hechas sobre la suficiencia o no de las ambulancias de emergencia en Araba, el Consejero Darpón ha respondido en medios de comunicación y ha criticado duramente la utilización política de las desgracias de menores de edad acaecidas recientemente en Araba.

Desde Alternatiba criticamos duramente al Consejero por mentir y utilizar trucos de trilero para intentar tapar las carencias en Emergencias, intentando engañar a la población en un tema tan serio y nos vemos en la necesidad de exponer los trucos y las mentiras utilizados para justificar lo injustificable.

En primer lugar, ante la necesidad o no de una UCI de Pediatría en Araba el consejero dice que en la CAV los recursos para dar asistencia crítica a los menores son los adecuados. Por otro lado, el sindicato SATSE insiste desde hace tiempo en la necesidad de “una UCI de pediatría en Araba". Si tenemos que elegir entre la opinión de un sindicato de Enfermería que lleva años luchando por la sanidad pública y de calidad, o las declaraciones de un Consejero que ha llegado a Osakidetza mediante puerta giratoria desde la sanidad privada (IMQ), pocas dudas.

Según Darpón, los servicios de emergencias de Araba son los “adecuados y suficientes”. Las cifras, dicen lo contrario. Conocer el ratio de ambulancias por número de habitantes, así como la distribución de los recursos móviles establecidos, es esencial, ya que nos indican si son suficientes para responder a la demanda. La OMS recomienda una ambulancia medicalizada cada 120.000 habitantes. En Araba, Osakidetza tiene dos, una en Gasteiz y otra en Laudio. Con la particularidad de que la de Laudio es gestionada por el Centro Coordinador de Bizkaia, y realiza parte de su trabajo en este territorio.

Siguiendo con los trucos, Darpón dice que en Araba hay una ambulancia de Soporte Vital Avanzado por cada 80.000 habitantes; En Bizkaia, una por cada 114.000 habitantes; y en Gipuzkoa una cada 118.000 habitantes. ¿Cómo se pueden dar estas cifras? Pues haciendo trampa. Cuenta como ambulancias medicalizadas recursos que Osakidetza no utiliza como tal. El Real Decreto 836/2012, de 25 de mayo, por el que se establecen las características técnicas, el equipamiento sanitario y la dotación de personal de los vehículos de transporte sanitario por carretera establece que las Ambulancias de clase C, destinadas a proporcionar soporte vital avanzado, deberán contar con la siguiente dotación de personal: Una persona conductora que esté en posesión del título técnico en emergencias sanitarias y una persona diplomada en Enfermería. Asimismo, cuando la asistencia a prestar lo requiera, deberá contar con una persona licenciada en Medicina.

Es aquí donde el Consejero hace la del trilero, ya que los recursos de Soporte Vital con Enfermería (Técnico Sanitario + Enfermería) que Osakidetza tiene subcontratados no se utilizan, ni son considerados soporte vital avanzado. En la página de Emergencias de Osakidetza podemos leer que entre sus funciones, están la Asistencia primaria que pueda beneficiarse de técnicas de enfermería y el Apoyo a la red de Soporte Vital Avanzado si se precisa. En ningún momento proveer Soporte Vital Avanzado.

De esta forma, el Consejero Darpón le suma, tramposamente, a las dos UVI que Osakidetza tiene en Araba, los dos Soporte Vital con Enfermería. El mismo truco se aplica para las cifras de Bizkaia y Gipuzkoa. Así, la realidad sobre ambulancias medicalizadas que dan Soporte Vital Avanzado en nuestro país, eliminando las mentiras del Consejero, es:

Bizkaia: 4 uvi para 1.144.214, una por cada 280.053 habitantes.
Araba: 2 uvi para 320.032, una por cada 160.016 habitantes.
Gipuzkoa: 4 uvi para 708.631, una por cada 177.157 habitantes.

Como se puede comprobar, datos muy alejados de las recomendaciones de la OMS. El  birlibirloque contable del Consejero evidencia que es consciente de las malas cifras de cobertura de ambulancias en nuestro país. El mismo consejero las considera tan vergonzantes que tiene que hacer trucos contables para presentarlas, maquilladas, a la ciudadanía y que parezcan las de un país con una sanidad avanzada y con estándares de calidad europeos.

Análisis aparte merecerían tanto la distribución de los recursos, teniendo en cuanta la población y la orografía de nuestro país, como las condiciones laborales precarias, penosas y de semi esclavitud de los Soportes Vitales Básicos subcontratados por Osakidetza, sobre las que hace poco hemos podido leer varios artículos en diferentes medios de comunicación.

La delicada situación de las emergencias sanitarias en nuestro país, al límite de sus capacidades, hace necesario, y siempre desde criterios –remarcamos- técnicos, replantearnos seriamente la actual situación. No se puede obviar que existe un grave problema, tanto de déficit de recursos como de estructuración, por lo que hay que realizar un análisis riguroso de la realidad, las necesidades y un debate sosegado sobre las medidas a aplicar.

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