Asier Etxenike
Coordinador de investigación de Aztiker

Para una buena crítica, cuestión de matices

Etxenike analiza los resultados de las elecciones municipales y forales en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa teniendo en cuenta sobre todo los resultados de las elecciones autonómicas de 2012, ya que, aunque se trata de otro tipo de comicios, considera que «algunas de las dinámicas electorales más importantes ya se dieron» entre 2011 y 2012.

En la comunidad Autónoma Vasca, las percepciones sobre los resultados electorales del 24M, en algunos casos, podrían variar dependiendo de con qué se comparen. Si en lugar de compararlos con sus homónimos de 2011, los comparamos con los del Parlamento Vasco de 2012, algunas cosas cambian significativamente. ¿Por qué compararlos con los de 2012 siendo elecciones diferentes? Porque pienso que algunas de las dinámicas electorales más importantes ya se dieron entre las elecciones de 2011 y 2012.

El PNV es cierto que ha cosechado unos buenos resultados, eso es incontestable a la luz de la comparación 2011-2015. Sobre todo si nos centramos en el número de alcaldías y diputaciones que va a gobernar. Pero si de lo que se trata es de analizar los resultados y las tendencias electorales y los ponemos en relación con los que hubo en las elecciones al Parlamento Vasco en 2012, hay que matizar.

En Araba, de 2011 a 2012 el PNV gana 4.000 votos, los cuales ahora pierde junto con 2.000 más. Los buenos resultados cosechados en Gipuzkoa, son prácticamente los mismos que tuvo en 2012 (ahora 1.500 votos por debajo). Esto es, en Gipuzkoa, el PNV ha mantenido los votos cosechados en 2012. Y en Bizkaia, respecto a 2011 pierde 4.000, pero respecto a 2012 son 17.000 los que pierde. Esto es, en número de votos, el PNV se mantiene en Gipuzkoa y pierde en Bizkaia y más en Araba.

En el caso de EH Bildu, respecto a 2012, es en Bizkaia donde más pierde. Ahí pierde un 17% del voto logrado en 2012, 22.000 votos. En Gipuzkoa en cambio pierde el 10% y en Araba el 5%. Y eso quizás sea importante, por lo siguiente. Aun asignando todos  los votos de Aralar de 2011 a Bildu, EH Bildu en 2012 fue capaz de superar esa marca, el único herrialde donde lo consiguió. Entonces fue Laura Mintegi cabeza de lista, no solo por Bizkaia, sino también para el posible Gobierno Vasco, lo cual quizás tuviera algo que ver en esos resultados.  En Gipuzkoa, siguiendo con las mismas cuentas, EH Bildu pierde un 25% de su voto respecto a 2011, pero la cuestión es que más de la mitad, el 15% lo perdió ya en 2012, y entonces ni tan siquiera existía otro actor como Podemos, el cual ahora pueda explicar parte del descenso que ha seguido acumulando.

En el caso del PSE, aunque ahora al comparar 2011 con 2015 parece que ha tenido cierta recuperación, realmente su recuperación la tuvo entre 2011 y 2012. En Araba, Bizkaia y Gipuzkoa recuperó entre 15 y 20 puntos. En cambio, esa recuperación no la ha podido mantener en estas últimas elecciones, cayendo casi un 40% de su voto en Araba y Bizkaia y 14% en Gipuzkoa. Esa menor pérdida en Gipuzkoa es lo que le va a permitir poder optar a un poco más de poder institucional que en 2011.

El PP, tanto en Bizkaia como en Gipuzkoa, se estrella. De 2012 a ahora, pierde alrededor del 35% de su voto. La pérdida es mayor si nos vamos a 2011. Su excepción, ya se sabe, es Araba, pues ahí recupera un 19% de su voto. Pero aún hay más. Esa excepción es aún mayor si tenemos en cuenta todos los resultados de todos los partidos en los tres herrialdes. El PP de Araba es el único partido que gana votos del 2012 al 2015. Todos los demás, sin excepción, bajan.

Por último, queda Podemos. Era una incógnita hasta dónde podrían llegar. Finalmente, los resultados de Podemos han sido muy buenos si tenemos en cuenta el recorrido tan corto realizado. Sus resultados no creo que se puedan explicar de manera simple. Agarrándome a los números de forma burda, quizás se pueda dar algo de luz.

En Araba Irabazi saca peores, pero parecidos resultados que IU-EQUO-EB juntos en 2012. En Gipuzkoa y Bizkaia el «tripartito» sacó el doble en 2012 de lo que ha sacado ahora Irabazi (17.000 frente a 8.500 en Gipuzkoa, y 30.000 frente a 15.000 en Bizkaia). Por tanto, parte del resultado de Podemos en Gipuzkoa y Bizkaia puede que venga de ahí, pero no en Araba. En Araba consigue casi 23.000 votos; el PSE ha perdido 12.500, PNV 5.700 y EH Bildu 1.700 y la abstención ha bajado dos puntos. Seguro que todos esos votos no han ido directos a Podemos, pero quizá se aproximen sus proporciones. En Gipuzkoa, además de 8.500 «perdidos» por Irabazi, tenemos 12.000 de EH Bildu y 10.000 del PSE, además del voto abstencionista que se haya podido activar.  Podemos ha conseguido 43.000. Y en Bizkaia, EH Bildu y PNV pierden 22.000 y 17.500 respectivamente, y el PSE 43.000. Podemos logra 82.000.

En síntesis, si se hiciera una asignación directa, se podría decir que Podemos en Bizkaia y Araba recibe sobre todo del PSE y en menor medida de PNV, EH Bildu y diferentes formaciones de izquierdas. Y en Gipuzkoa, en partes parecidas de EH Bildu, PSE y las diferentes formaciones de izquierdas.

Más allá de las cuotas de poder institucional ganadas o perdidas, si de lo que se trata es de entender lo que la ciudadanía de la Comunidad Autónoma Vasca está expresando mediante el voto, hay que tener en cuenta muchos factores (dinámicas sociales de cada herrialde, agendas sociales y mediáticas, gestiones realizadas, liderazgos, candidatos y candidatas, etc.). Pero, y como he dicho al principio, aunque no son del todo comparables las elecciones al Parlamento Vasco y las recién realizadas, creo que hay que tener muy en cuenta las pasadas elecciones de 2012.

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