Este histórico enclave navarro perdido en tierras aragonesas, figura en los mapas como Petilla de Aragón. Pienso que  es mejor denominar como Petilla de Navarra, por ser un testimonio de lo que fue el Reino de Navarra, cuando gobernaba en la comarca de Cinco Villas. Petilla de Navarra es un lugar agradable y tranquilo, rodeado de pueblos escondidos entre intrincadas montañas, que conservan un rico patrimonio hstórico monumental en Sos, Nabardún, Uncastillo, Luesia o Biel.
    
Pese a su aislamiento geográfico, esta parte de Navarra sufrió también los embates del alzamiento fascista de 1936, donde hubo tres asesinatos. Mucha gente pudo escapar a la próxima zona republicana de Ayerbe y Huesca. Tras 80 años de impunidad, ahora al amparo de la ley de reparación y justicia hacia las víctimas del golpe fascista, están siendo buscados y recuperados los restos de los asesinados en Petilla y en los pueblos vecinos.
     
Mientras esto ocurre, en el pórtico de la iglesia medieval de Petilla, situada sobre un pedestal rocoso, llama la atención una gran lápida de mármol degastada por el paso del tiempo, que reza: «En Memoria de los Heroicos combatientes de Petilla de Aragón (Navarra), caídos en el glorioso Movimiento Nacional de 1936 – José Antonio Primo de Rivera, Simeón Riveo Samitier, Celestino Gaulas Zalba, Sotero Sevilla Gastón, Sixto Sánchez Gastón y Félix Aguas Aguas – R.I.P.»
    
José Antonio Primo de Rivera no fue combatiente y menos hijo de Petilla de Navarra. Lo que llama la atención, mientras se están realizando exhumaciones en los pueblos vecinos antes citados, además de los asesinados de Petilla de Aragón, exista semejante culto al franquismo, nada menos que en el  pórtico de la iglesia parroquial.