El Parlamento de Nafarroa aprobó ayer una modificación de la Ley Foral del Vascuence que, además del nombre –la ley que pasa a denominarse Ley Foral del Euskera–, cambia la extensión de la zona mixta con la integración de 44 nuevos municipios en la misma. La decisión obedece a una demanda realizada por estas localidades que decidieron abandonar la zona no vascófona para integrarse en la zona mixta. Las resoluciones municipales fueron adoptadas en pleno haciendo constar de este modo la amplia demanda social que las sustenta. Finalmente, en un ejercicio democrático de respeto a las decisiones de las instituciones locales, el Parlamento ha abierto un procedimiento para dar cauce a la voluntad de la ciudadanía así expresada.

Las valoraciones de los impulsores del cambio no dejaba dudas sobre el alcance de la reforma. Sus portavoces parlamentarios valoraron positivamente el hecho de que los vecinos de estas localidades verán reconocidos a partir de ahora ciertos derechos lingüísticos y tendrán además mayores facilidades para, por ejemplo, poder estudiar euskara. La reforma ni impone ni obliga, como quisieron hacer ver los portavoces de los partidos que sustentaron al régimen, y su implementación dependerá en gran medida de la voluntad política de hacer efectiva las nuevas disposiciones. No obstante, las valoraciones también recogieron las limitaciones del cambio aprobado ayer, pues la nueva ley no termina con la discriminación que supone que los derechos lingüísticos de los habitantes de Nafarroa continúen dependiendo del lugar de residencia.

La reforma aprobada ayer no modifica radicalmente el marco actual puesto que no termina con la zonificación lingüística, algo de lo que sus impulsores son conscientes. Pero sí es un paso en la buena dirección que, además, dibuja una hoja de ruta para lograr que los cambios sean duraderos al apoyarlos en amplias demandas sociales refrendadas en acuerdos institucionales.