Es una gozada entrevistar a María Solana, porque en el trayecto del periodismo a la política no ha perdido la sana costumbre de responder a lo que se pregunta. Resulta de agradecer, además, que atienda a GARA en esta compleja encrucijada abierta en torno a la lista única.

¿La siguiente OPE será mediante la lista única?

La voluntad de este Departamento es que así sea. Hemos visto que es factible y que tiene encaje legal y técnico. Por eso hemos hecho una propuesta. Algunos creen que hemos dado poco detalle, pero hemos dado el suficiente. Todo es mucho menos complejo de lo que algunos quieren hacer ver. Pienso que es más una cuestión de querer entender. La pregunta es si queremos que todos los aspirantes concurran al mismo examen en la lengua que ellos elijan. A través de ese examen se opta a todas las plazas vacantes. Los que mejor puntuación obtengan, y si saben euskara, podrán elegir plaza en castellano o euskara.

Según tengo entendido, la potestad para sacar la próxima OPE con lista única es suya, de su departamento.

Sí, sí. Mi departamento es el que puede tomar la decisión.

Entonces...

Si una ley lo impide, el Departamento la tiene que acatar.

Hemos llegado al quid. ¿Lo único que bloquea la lista única es el proyecto de ley que ha tramitado el PSN con el apoyo de I-E?

Sí. Nosotros tenemos una propuesta que permite que la próxima OPE sea con lista única. Lo único que sería necesario es hacer un acto público para que quien esté en la lista de aprobados y según puntuación vaya eligiendo si quiere su plaza en castellano o euskara.

¿Qué recorrido le ve a la propuesta del PSN?

La proposición de ley se ha aprobado con urgencia en la Junta de Portavoces. Ahora estamos en el momento en el que el Gobierno informa sobre la ley en el plano jurídico; una vez informado el Parlamento, seguirá su tramitación y, si prospera, se debatirá el 21 de diciembre. Al ser de lectura única quedaría, en su caso, aprobada en ese mismo momento. I-E se ha posicionado y, si se debate, se aprobará. Y si se aprueba, condiciona totalmente la convocatoria.

¿Qué plazos se marca usted?

El 13 de diciembre pasa por el Consejo de Gobierno la OPE. Luego el Departamento desarrolla la convocatoria. Es ahí donde se determina si habrá un examen o dos distintos: uno para euskara y otro para castellano.

¿Tiene que aprobarse la ley con tanta celeridad, este mismo año, para que afecte a la OPE?

No, tiene una disposición transitoria única de retroactividad. Si yo convoco, pongamos, en diciembre y la ley se aprueba en enero, me aplicarían la retroactividad igualmente.

Se me hace extraña esa retroactividad, ¿es legal?

Eso le corresponde determinarlo a los servicios jurídicos del Gobierno y del Parlamento.

Vaya impasse más tenso hasta el día 21 de diciembre.

No sé si se acabaría ese día. No descarto que el Estado intervenga y suspenda la ley del PSN por inconstitucional. No sería la primera vez. Y ese sería un mal escenario para los opositores.

Trataré de arrancarle un dato concreto. Sin un acuerdo, ¿usted convocaría la OPE con lista única antes del 21 a sabiendas de que luego le pueden obligar a cambiarla?

[Silencio] Eso es lo que toca decidir ahora. Y la decisión es crítica. Si el 21 se aprueba la ley del PSN y yo voy por detrás, a mí me obliga a hacer dos exámenes separados. Si yo convoco la OPE el 19 y luego se aprueba la ley tal cual está, tendría que modificarla. Pero esta retroactividad es extrañísima, pues las OPE deben de hacerse según la legislación vigente en cada momento.

¿Cómo vive la situación a nivel personal? Usted tomó las riendas de la Consejería a medio camino. Y con la lista única, el consejero Mendoza dudó. Al llegar usted, siempre se mostró decidida a zanjar el debate.

No es tanto un empeño personal mío como una cuestión de pura responsabilidad. Este tema es viejísimo. Ni es de esta legislatura, ni de esta OPE. Estamos ante una reivindicación histórica y que respalda la mayoría sindical. Ha habido lista única hasta 1991. Mendoza intentó sacar la OPE con lista única, solo que entendió que no le daba tiempo a hacer los cambios jurídicos. Nosotros entendemos que sí, que de aquí a junio es suficiente. Antes de que llegara Mendoza había dos exámenes el mismo día y a la misma hora. Mi antecesor movió el día y los que saben euskara pudieron presentarse a los dos. La propuesta del PSN viene a consolidar lo que hizo Mendoza. Eso supone un reconocimiento implícito de que antes se actuaba injustamente con los bilingües.

¿A qué achaca una oposición tan férrea?

No logramos que la gente entienda qué supone la lista única. La baremación del euskara no es mayor. Ahora bien, sí que entra más gente en liza, porque alguien que tiene el C1 de euskara puede preferir quedarse con una plaza en castellano si queda entre los primeros.

¿Hasta qué punto resulta problemático para el Gobierno estabilizar plazas en castellano?

La estrategia a largo es una educación multilingue. Pero a día de hoy tenemos los modelos que tenemos y, además, el PAI. Esto requiere de profesorado en inglés, pero no podemos sacar plazas en inglés. Lo impide el Real Decreto por el que nos regimos. Solo podemos sacar plazas en lenguas propias. Mientras, conforme los niños escolarizados en el PAI suben de curso, el PAI se amplía. La demanda de profesores de inglés será cada vez mayor, aunque solo sea por el crecimiento vegetativo. Profesores con inglés hay, pero solo pueden ser interinos. A su vez, tampoco puedes estabilizar plazas en castellano porque llegará un momento en el que no van a hacer falta tantos.

¿Cómo afecta esto a la OPE?

Este debate surge cada vez que hay una OPE. En una previsión no muy a largo, para el curso 2020-2021, ya vemos el efecto del PAI sobre las plazas vacantes, va ser muy necesario sacar plazas de profesorado con perfil de otros idiomas. Pero llegados al punto en el que estamos... ¿Qué ocurriría si el Ministerio abre la posibilidad a una OPE con otros idiomas y no hay lista única? ¿Haremos una lista por cada idioma? ¿Si uno sabe tres idiomas hará tres exámenes? ¿Y si sabe cuatro? No es razonable.