La dirección de la compañía hizo llegar la tarde del miércoles la memoria referente al nuevo ERE al comité de empresa, que ahora está estudiando la documentación, según fuentes sindicales citadas por Efe.

El conflicto laboral en Celsa Atlantic, dedicada a la fabricación de tubos de acero y de fleje, comenzó en mayo de 2012, cuando la dirección presentó un ERE de extinción, que suponía el despido de los 352 trabajadores.

Desde entonces se han sucedido multitud de movilizaciones, huelgas y demandas judiciales de los trabajadores despedidos hasta que en 2014 los tribunales declararon nulas las extinciones de los empleos y determinaron su readmisión.

La empresa fijó para el 21 de enero la fecha para la vuelta al trabajo de una primera tanda de los empleados que fueron despedidos y el resto, hasta los 90, se debían incorporar a lo largo de los días siguientes.

Sin embargo, el comité de empresa denunció entonces la «última artimaña» de la dirección al obligar a pasar por un curso de formación de dos meses fuera de la factoría a los trabajadores despedidos que debían reincorporarse ese día.

La dirección de Celsa Atlantic dio ayer un nuevo paso en este conflicto laboral al anunciar un ERE con 84 despidos en sus dos plantas de Araba, situadas en Gasteiz y Urbina.