1977/2024 , February 4

Interview

Entrevista con el alcalde de Valensole: «Para mí no son terroristas, sino refugiados políticos»

El confinamiento forzado de quince refugiados a la población occitana de Valençòla (Valensole, en francés) fue una de las primeras muestras de colaboración entre los estados español y francés contra el independentismo vasco. Una delegación de 'Egin' viajó hasta esta comuna para hablar con su alcalde.

Mikel Goikoetxea 'Txapela', que en esta imagen aparece junto a su pareja, Izaskun Ugarte, fue uno de los vascos confinados en Valençòla en 1979. Falleció el 1 de enero de 1984, tras un atentado de los GAL.
Mikel Goikoetxea 'Txapela', que en esta imagen aparece junto a su pareja, Izaskun Ugarte, fue uno de los vascos confinados en Valençòla en 1979. Falleció el 1 de enero de 1984, tras un atentado de los GAL. (WIKIMEDIA COMMONS)

El 31 de enero 1979, la Policía francesa confinó en la población occitana de Valençòla (Valensole, oficialmente en francés) a quince refugiados vascos que residían en Iparralde, a los que más tarde se unieron dos más, Joseba Arregi y José María Pagoaga. Según defendían los gobiernos español y francés, esta decisión correspondía a la posibilidad de que causaran «desórdenes» durante las semanas previas a las elecciones españolas del 1 de marzo.

Pocos días más tarde, una delegación de 'Egin' llegaba a Valençòla para hablar con su alcalde, Max Demol. Serían los primeros periodistas vascos y del Estado español en hacerlo. Durante la entrevista, el primer edil destacó la condición de «refugiados políticos» de los quince vascos, y confirmó que «el confinamiento se levantará después de las elecciones generales».

ENTREVISTA COMPLETA:

«Yo no creo que los quince compatriotas suyos que están confinados sean terroristas. Son unos refugiados políticos a quienes respeto, y en consecuencia les he ofrecido y ofrezco, como alcalde de esta población, mi bienvenida y mi acogida más fraternal». Así declaró ayer a 'Egin' el alcalde de Valensole, Max Demol, en la primera entrevista que concede a informadores vascos y del Estado español de la que daremos cuenta en los próximos días, a propósito del confinamiento de quince refugiados políticos vascos.

Fueron necesarias más de quince horas de viaje para que 'Egin' pudiera llegar a esta lejana, fría y aislada población francesa de 1.300 habitantes en el corazón de la Alta Provenza, a unos 120 kilómetros de Marsella y a 40 de Digne, sede de la prefectura o gobierno civil correspondiente de esta región.

Cuando llegamos, de noche, hacia las 8 de ayer, encontramos cenando a los quince confinados vascos. La presencia de familiares y amigos llegados de Euskadi Norte y Sur ayer aliviaba en parte su deprimente estancia es esta lejana población, tranquila como una aldea de Navarra o Zuberoa y muy semejante a cualquier población de la meseta castellana.

Junto a la mesa de los confinados, tres policías secretas trasladados desde París cenaban también. Día y noche, los tres cumplen su misión «de vigilancia y protección» de los quince confinados según sus propias palabras.

La solidaridad de grupos políticos va llegando paulatinamente. El Movimiento Socialista Occitano 'Volem vivre au país' envió ayer un telegrama al alcalde y a los refugiados que decía: «Solidaridad con los refugiados políticos vascos. No a la extradición».

Acogida y hospitalidad

En las pocas horas que 'Egin' lleva en esta lejana población francesa, hemos podido constatar una gran acogida y hospitalidad a los refugiados políticos vascos confinados, y hacia nosotros mismos como informadores vascos.

'Egin' ha podido conversar con los dueños del hotel, las gentes jóvenes y viejas de este pueblo, con el cura-párroco, con los policías responsables de su «vigilancia y protección» y con el alcalde. El prefecto-gobernador de la región está ausente.

Max Demol, alcalde de Valensole, hombre joven, casado, socialista, preside la alcaldía de esta comuna compuesta por nueve socialistas y ocho comunistas.

Nada más conocer que éramos dos informadores vascos, nos abrió sus puertas, nos invitó a un aperitivo y conversamos junto a un fogón bajo largo rato con él. De vez en cuando, su esposa escuchaba también nuestros diálogos.

EGIN.- ¿Cuándo se enteró del confinamiento de los quince vascos y quién se lo comunicó?

Max Demol.- Me enteré el día 29 o 30 del mes de enero. El señor Prefecto de la Alta Provenza, ubicada en Digne, me llamó por teléfono y me comunicó que trece o quince refugiados vascos serían confinados a este pueblo y estarían bajo vigilancia policial en el hotel Vica.

La comunicación ha sido oficial y directamente a través de M. Cadinet, Prefecto de la Alta Provenza.

«El confinamiento de sus compatriotas se me ha impuesto»

EGIN.- ¿Sabe oficialmente qué tiempo está previsto para el confinamiento, y si volverán posteriormente a Euskadi Norte, su lugar de vida y trabajo?

Max Demol.- El Prefecto de la Alta Provenza, cuando me comunicó la decisión de confinamiento de estos quince vascos, me dijo que estarían aquí un mes.

En mi opinión, y esto no es que me lo dijera el Prefecto, sino que es mi opinión personal, el confinamiento se levantará cuando se hayan desarrollado las elecciones, y es también en mi opinión personal; el Gobierno español ha pedido al Gobierno francés este confinamiento por tal razón.

El volver al País Vasco para las elecciones yo creo que se hará, ya que el confinamiento en principio es de un mes, y por esta razón.

EGIN.- ¿Cuál es su posición como alcalde ante estos nuevos habitantes obligados en Valensole?

Max Demol.- Usted sabe que la decisión de que sus compatriotas vascos estén aquí confinados no ha sido mía, sino que se me ha impuesto.

Ahora bien, una vez que necesariamente tienen que estar aquí, yo como alcalde, les he dado la bienvenida y haré todo lo que esté en mi mano para que su obligada estancia aquí sea lo más suave posible. En este sentido, estoy haciendo gestiones para que puedan hacer deporte, jugar al fútbol, tenis, etc.

EGIN.- ¿Qué ambiente ha creado la llegada de estos quince refugiados en medio de esta pequeña población?

Max Demol.- Estoy convencido, y tengo pruebas evidentes de cuanto le digo, que en nuestro pueblo los quince vascos han sido muy bien acogidos y recibidos y hay por ellos una gran simpatía.

EGIN.- ¿Por qué tal simpatía y acogida cuando la prensa y radio han hablado de que se trata de quince terroristas vascos?

Max Demol.- Bueno, yo no creo que los quince compatriotas que están aquí confinados entre nosotros sean terroristas. Nosotros y el pueblo de aquí también lo sabe, son unos refugiados políticos a quienes respeto y respetan mis vecinos, pues en el fondo son unos hombres que luchan por unos ideales. De ninguna manera son terroristas. Al menos yo por los datos que poseo no los considero tales. Serían necesarios más datos para dar un juicio definitivo. Pero por el momento sólo puedo afirmar que son unos refugiados que luchan por sus ideales.

EGIN.- Entonces, ¿cómo entiende la relación del gobierno francés con el español para aceptar sus exigencias de confinamiento? ¿Qué explicaciones políticas considera que hay detrás de todo este affaire? ¿Está de acuerdo con estas medidas de confinamiento?

Max Demol.- No, con las de extradición, no. Pero las de confinamiento, ¿por qué no, si así gana la democracia en España?

EGIN.- ¿Y quién puede probar que con estas medidas gana la democracia en el Estado español?

Max Demol.- Bueno, ciertamente no es fácil calibrarlo. Ahora bien, si con ello se desarrollan las elecciones con normalidad…

EGIN.- Pero, ¿usted cree que pueden desarrollarse con normalidad las elecciones cuando hay más de 140 presos vascos en huelga de hambre, miles de policías en las calles de Euskadi Sur…?

El alcalde y su mujer se sorprenden de estos desconocidos datos para ellos y nuevamente tratan de eludir responder a temas políticos conflictivos. El alcalde, eludiendo el tema conflictivo, nos dice: «La población de Valensole se pregunta quién va a pagar la estancia de estos quince confinados. Para una población tan pequeña como ésta y de pobres recursos, esta pregunta es fundamental y por eso se cuestionan tales problemas».

¿Y cuál es su opinión?

Max Demol.- Yo creo que si el Gobierno español es quien ha pedido el confinamiento de estos quince hombres, debe ser él quien corra con todos los gastos.