La primera versión que ofreció Herrera de La Mancha es que Asensio había sufrido un repentino «infarto de miocardio que le sobrevino mientras dormía». Los forenses contarían después que la verdadera razón del fallecimiento fue una infección de tuberculosis, una enfermedad que era notorio que sufría, propia de lugares insalubres y que Instituciones Penitenciarias no trató.
Acertó, pues, 'Egin' con un memorable titular de portada: «Herrera de La Mancha mató al bilbaíno Joseba Asensio».
La tragedia del joven militante de ETA quedó muy vinculada a lo sucedido dos días después durante su funeral. La Policía cargó con brutalidad contra quienes llevaban el ataúd y llegó a arrebatárselo a la familia a «porrazos y culatazos», recoge este periódico.
Una serie de fotografías en 'Egin' dieron cuenta de cómo la Policía española se llevaba el féretro tras cargar contra quienes lo transportaban a hombros. La crónica indica que había 3.000 personas en aquel acto de despedida.
«Tres inspectores de la Brigada de Información en las inmediaciones del quiosco con munición real dirigiendo sus armas contra los presentes, reproduciéndose luego escenas de ese tipo en otras partes de la capital bilbaína», narró este medio.
El uso de armas de fuego resultó confirmado por el Gobierno Civil, que aseguró que habían disparado «al aire».
Entre la serie de fotografías que recogió 'Egin' ese día destaca la foto de una de las hermanas del fallecido, asistida en ese momento por el concejal Josu Barandika.
En otras se ve a la familia, sentada encima del ataúd para intentar protegerlo mientras despliegan un póster con el anagrama de ETA.
Antes de que sucediera todo eso, en la noche del lunes al martes se había realizado un acto de recibimiento donde también se produjeron cargas, si bien de estas no quedó constancia gráfica.
La crónica que publicó 'Egin' indica que el furgón con el cadáver «inició una lenta marcha por la calle Autonomía» mientras sonaba de forma incesante «la marcha fúnebre de Sorozábal por la megafonía de una furgoneta de HB, cuyos cristales y laterales aparecían destrozados como consecuencia de la actuación policial».