La actual división de Euskal Herria, en dos estados y diferentes administraciones, quedó ratificado en las intensísimas negociaciones que UCD y PNV realizaron a mediados de julio en Madrid.

«Navarra fuera del Estatuto» fue el elocuente titular con el que 'Egin' abrió su portada del día 17, con una fórmula que choca con la inmediatez que el periodismo ha adquirido en la actualidad.

«Es posible que a primeras horas de la madrugada UCD y PNV hayan llegado a un acuerdo global sobre el Estatuto de Guernica, de tal forma que la ponencia constitucional, cuyo plazo de funcionamiento expira hoy, pueda aprobar esta tarde los artículos que faltan. Las negociaciones han tocado fondo y, del mismo modo que puede haber acuerdo, según palabras de un parlamentario 'peneuvista' también podría ser que todo se rompiese en las próximas horas».

«Por lo que se refiere al tema de Navarra, parece ser que se ha llegado a un acuerdo en base a quitar del texto original el término 'imprescindible derecho' (de Navarra a formar parte de la comunidad autónoma vasca). Este extremo no fue juzgado como un fracaso por los parlamentarios vascos, ya que sobre la incorporación de Navarra figura una referencia en el texto constitucional».

Parece que el olfato –y las fuentes– periodístico de los periodistas de 'Egin' fue bastante más certero que el de los citados parlamentarios vascos, pues 45 años después los territorios de Euskal Herria al sur del Bidasoa siguen divididos en dos comunidades autónomas, y las predicciones del diario se confirmarían 24 horas después.

Crónica completa

De esa crónica del día después destaca, por inhabitual, la precisión de los detalles de esas tensas horas. Así se destaca que «los políticos negociadores manifestaron en todo momento «el exquisito trato recibido por parte del presidente del Gobierno, quien se desvivió por encima del protocolo, por nosotros. El presidente del Gobierno puso a disposición de Carlos Garaicoechea un automóvil gris marca Seat y a su chofer personal para trasladarlo urgentemente al aeropuerto de Barajas, donde tomó un avión para que llegase a Pamplona con el fin de asistir al funeral de su madre».

Se ve que, por muy moderno que nos parezca, lo de retransmitir la actualidad en directo ya se estilaba por entonces. «A las 8 de la mañana, el presidente Suárez y los miembros del Partido Nacionalista Vasco salieron a fumar un cigarrillo y tomar el aire por los jardines que rodean la residencia del presidente del Gobierno. Todavía, a esa hora, no se había llegado al acuerdo total».

«Más tarde, a las 11 de la mañana, los peneuvistas abandonaron temporalmente el palacio presidencial para tratar de descansar unos momentos y continuar más frescos a las negociaciones. Mientras tanto, Suárez puso a disposición del presidente del Euskadi Buru Batzar un avión para trasladarse a Madrid y rematar como fuese la negociación».