«Una muerte de película acaba con la vida de Indira Gandhi», titulaba 'Egin' en su primera página, y destacaba también que las cámaras de Peter Ustinov fueron testigo del magnicidio. Luego informaba de que «miembros de los Servicios de Seguridad que protegían a Indira Gandhi» confirmaron que los disparos los hicieron dos de sus guardaespaldas, entre ellos «el inspector sij Beant Singh, al que calificaron como «uno de los guardaespaldas más fieles de Indira, a cuyo servicio se hallaba desde hacía diez años».
Pero había además un detalle llamativo. «El atentado –se explicaba– se produjo en el momento en el que Indira llegaba al porche de su residencia, acompañada del actor británico Peter Ustinov, con el que realizaba un reportaje para la televisión. Dos de sus guardaespaldas dispararon con un revólver y un fusil automático, mientras que otros policías mataban a uno de los autores y reducían al mencionado Beant Singh al tratar de huir». La presidenta de la India falleció mientras le operaban para extraerle las balas.
¿Qué pudo impulsar la actuación de estos dos guardaespaldas sijs? Meses antes, en junio, la presidenta Indira Gandhi ordenó la Operación Estrella Azul para sofocar un brote independentista sij en el estado del Punyab. El Ejército indio irrumpió en el Templo Dorado, un lugar sagrado para la población de religión sij, y durante una de sus fiestas más sagradas masacrando a más de mil civiles. Esta matanza le valió el odio de esta población, algunos de los cuales le servían como guardaespaldas.
'Egin' ya recogía desde el primer instante que en las comunidades sijs extendidas por el mundo, fuera de la India, el magnicidio se vivió en un ambiente festivo y sin ocultar su satisfacción por la muerte de la dirigente hindú, a la que consideraban la máxima culpable del asalto a su templo sagrado. Pero la reacción oficial no se hizo esperar, las tensiones crecieron y millones de sijs fueron desplazados y casi tres mil personas fueron muertas en disturbios por todo el país.
La muerte en atentado de Indira Gandhi fue llorada por gobiernos de todo el mundo, a la que se definió como «adalid de la no alineación y figura descollante del Tercer Mundo», según la terminología de aquella época.
Vivió la política
Para repasar la biografía de Indira Gandhi hay que aclarar que no tenía relación con Mahatma Gandhi, aunque sí luchó políticamente por la independencia de la India en las filas del Congreso Nacional Indio dirigido por el legendario líder y defensor de los métodos no violentos. El apellido lo adquirió al casarse con Feroze Gandhi, periodista y político.
Indira Priyadarshini Gandhi nació en territorio indio bajo el dominio del Imperio Británico en la ciudad de Allahabad el 19 de noviembre de 1917. Era hija de Sri Pandit Jawaharlal Nehru, uno de los nacionalistas más reconocidos de su época y la primera persona en ocupar el cargo de Primer Ministro de la India desde que el país logró su independencia. Su padre tuvo la consideración de héroe nacional.
A la muerte de su padre, fue la primera mujer en acceder al cargo de primer ministro en India. La lucha por la independencia marcó su infancia y el deseo de una India unida su madurez.
Según se recogió en uno de los aniversarios de su muerte, «la carrera política de Indira Gandhi estuvo llena de luces y sombras, contradicciones que fueron forjando la personalidad una líder dotada de una contundente y ágil oratoria pero que tuvo dificultad para cumplir plenamente la palabra dada a los ciudadanos indios en forma de promesas electorales. Defensora de una política de no alineamiento fue capaz de firmar un tratado de amistad indo-soviético, llegó a barrer a los sectores opositores indios y sus decisiones en materia de política internacional le valieron, en ocasiones, duras críticas».
Sus mandatos fueron ejercidos en dos periodos, el primero desde 1966 hasta 1977, que terminó con acusaciones de nepotismo y corrupción, y de 1980 hasta su muerte en 1984. La noche anterior a su muerte dijo en un mitin político: «No me importa si mi vida va en el servicio de la nación. Si muero hoy, cada gota de mi sangre vigorizará a la nación».