1977/2024 , November 29

Ramón Sola

Celes Álvarez, una madre frente al olvido

«Tener un hijo en la cárcel, o incluso muerto, es muy duro, pero no saber dónde está, no tener el cuerpo... parece como si José Miguel no hubiera existido». Lo decía Celes Álvarez, ama de «Naparra», en una entrevista a GARA a 2014...

Celes, junto a su hijo Eneko y su nieto, en uno de los actos de recuerdo a José Miguel en el baserri familiar de Lizartza.
Celes, junto a su hijo Eneko y su nieto, en uno de los actos de recuerdo a José Miguel en el baserri familiar de Lizartza. (Idoia Zabaleta | Foku)

... Y sin embargo, la impotencia de casi cuatro décadas de búsqueda no la doblegaron; hasta su último aliento, en este 29 de noviembre del año 2018, insufló vida a la tarea titánica de arrancar la verdad al terrorismo de Estado.

Como ella misma decía, muchas han sido las «madre coraje» generadas por la represión política, pero la desaparición forzada conlleva un plus de crueldad. La última punzada en su caso fue la excavación llevada a cabo año y medio antes de fallecer en Labrit (Las Landas), que abrió muchas expectativas pero no deparó resultados. Ha habido que esperar hasta 2024 para el segundo intento, también en vano. Con todo, la lucha sigue, hoy liderada por Eneko Etxeberria, al principio por el aita Patxiku, y siempre con Celes como referencia máxima. ¿Quién puede sustituir a un madre?

En una carta publicada semanas después por miembros del colectivo Egia, Justizia eta Oroitzapena se evocaba así esa lucha de por vida: «La fuerza de Celes consistió en alterar aquel destino de existencia subordinada al dolor y la muerte al que parecía estar condenada, variando su rumbo. Demostrando que se puede vivir ‘en verdad’ y plenamente a través de una lucha persistente y organizada, precisamente utilizando el anclaje de un hijo desaparecido, y se puede extraer lo mejor de la vida a partir de la tumba desconocida de un ser querido. Pasando de una etapa de dolor, soledad e impotencia a otra de entrega, solidaridad y confianza, aunque en el camino te encuentres a menudo con obstáculos que parecen insalvables. Consiguiendo elevar una petición inicial de justicia y verdad planteada casi en solitario a la categoría de reclamo popular y universal, reconocido por instancias internacionales y las instituciones vascas».

En el ejemplar de GARA del 30 de noviembre de 2018 se podía leer el obituario redactado por Ramón Sola, que arrancaba así: «Cuerpo menudo pero espíritu grande, puro nervio navarro...» De ello ya tenían constancia hasta en la ONU, adonde remitió este vídeo cargado de sentimiento en el proceso para designar a José Miguel Etxeberria Álvarez como víctima de desaparición forzada.