Las plantas, el agua y las luces se convierten en herramientas sensibles a través de las cuales el público puede crear y conectarse con entornos virtuales en la muestra que abre sus puertas en la Alhóndiga. El público podrá acercarse y comprender conceptos relacionados con la física cuántica, la teoría de los sistemas complejos, la genética molecular, la nanociencia o la vida artificial.  

‘The artwork as a living system’ es una reflexión interactiva sobre el arte y la naturaleza. Cuenta con el comisariado original de Karin Ohlenschläger, Peter Weibel y Alfred Weidinger y conecta un tema tradicional como es el arte y la naturaleza con las técnicas artísticas más innovadoras, empleadas en proyectos virtuales, sensibles e interactivos.

Christa Sommerer y Laurent Mignonneau plantean el arte como un sistema abierto en el que «la creación ya no se entiende como expresión de la creatividad interna o ‘ingenio’ del artista, sino que se convierte en un proceso intrínsecamente dinámico que se basa en los parámetros de interacción y los procesos evolutivos de imagen de la obra».
 
La muestra se compone de 18 obras, gran parte de ellas instalaciones interactivas, en las que el público siente ‘corporalmente’ la relación con la naturaleza y toma conciencia de cómo cualquier decisión, por pequeña o individual que sea, puede producir grandes cambios en el ecosistema. 

«A lo largo de tres décadas, este dúo artístico ha sabido incorporar los hitos tecnológicos y su efecto social y económico, el desarrollo de la tecnología móvil o la aplicación de la inteligencia artificial. En su conjunto, ‘The Artwork As a Living System’ permite que el  visitante pueda sentir de manera corporal la relación con la naturaleza para invitar a explorar e interactuar con entornos naturales y a participar en su transformación en el espacio digital», señalan los responsables de la Alhóndiga.  

Tras su paso por Alemania, Austria y Bélgica, llega a Bilbo con el objetivo de reflejar el aspecto central de su trabajo: las obras de arte actúan como sistemas vivos porque la vida no puede entenderse como una entidad única sino como una pluralidad de perspectivas.  

18 instalaciones

‘The Artwork As a Living System’ se compone de 18 piezas en un recorrido que arranca en los años 90, cuando aún no se había extendido el uso del hardware y el software, tan habituales actualmente en todos los dispositivos que utilizamos.

A lo largo de su trayectoria, Sommerer y Mignonneau han reflexionado sobre la economía de la atención, la relación entre artista, obra de arte y público, el valor monetario e ideológico del tiempo y la cultura del selfie. En sus últimas animaciones por ordenador han puesto el foco en la crisis de la Covid-19 y en la emergencia climática. En este sentido, los proyectos de los tres últimos años recuerdan la interconexión entre las personas y la naturaleza, la fragilidad de un ecosistema en el que no se puede seguir explotando los recursos naturales de manera ilimitada o la labor esencial de los insectos para la supervivencia humana.  

‘The Artwork As a Living System’ se complementa con un programa de actividades entre las que destacan las visitas guiadas y un taller de audioguías para el alumnado de diferentes niveles escolares. Más información en la web.

La muestra está abierta hasta el 26 de mayo. El horario de visita es de martes a domingo de 11.00 a 20.00. Entrada libre.